Nuestro Ministro de Educación, ya que lo queramos o no nos
toca un poco a todos, dice que quiere “españolizar” a los niños catalanes.
Cuando le empiezan a llover collejones y en su casa se
desayuna con la serie de protestas generalizada por parte de otros partidos políticos,
ya que las protestas de estudiantes y profesores a este tipo le resbalan como
el agua a los patos, pretende arreglarlo diciendo “Digo españolizar en el
sentido de que aprendan en la escuela que no se es menos catalán por ser
español ni menos español por ser catalán”.
Señor Wert, para sentirse orgulloso de ser español o catalán
o de mi barrio, lo principal no es que “la Roja” gane una Eurocopa o el
Festival de Eurovisión. Creerse el rey del mambo por solo eso es de pazguato
(aunque te alegre la tarde). Para que nos sintamos orgullosos de ser españoles,
usted y los que le rodean, lo primero que deben hacer es bajarse el sueldo a un
nivel razonable. Meter en la cárcel y no premiar a quienes defraudan, sean los
millones de euros que sean. Cesar, juzgar y condenar a los prevaricadores y
corruptos aunque sean de su mismo partido. Multar a los bancos que hayan hecho
mal los deberes a sabiendas y no inyectarles dinero que deberemos pagar el
resto, mientras ellos nos echan de nuestras casas para revendérselas a otros
incautos en el mejor de los casos, o a especuladores. Coger a un señor duque,
yerno de reyes, y meterle un buen puro que sirva de alarma al resto de duques,
condes, hidalgos y villanos. Escuchar a su pueblo y no enviarles a los
mamelucos para, a sablazos, callarlo. En suma, gobernar, que para eso les han
puesto ahí señor Wert y compañía. Entonces no habría nadie que se sintiera
avergonzado de llamarse español, aunque perdiéramos hasta en el tute.
Usted no tiene que españolizar, ni castellanizar, ni porras.
Usted tiene que administrar para que otros enseñen y eduquen. Otros que están
para eso, aunque gracias a usted cada vez sean menos, excepto en los colegios
de pago faltaría más. Está claro que usted se educó en “Una” España “Grande y
Libre”, y que le fue bien. Que le enseñaron que había niños ricos y niños
pobres. Que había colegios de niños y colegios de niñas. En unos para jugar al
futbol y ganar títulos con los que poder hacer sentirse orgullosos a los
españoles de bien (no a los rojos) y en los otros a enseñar a las futuras
madres de españoles de bien (no a los rojos) a coser, lavar, fregar, etc… que
es lo que una buena esposa ha de hacer. Eso está clarito vamos. Pasa que, señor
Wert, la Dictadura se acabó o como diría Arias Navarro: Españoles, Franco… ha
muerto.
Ya, ya lo sé. Que usted y sus compinches no querrían que eso
hubiese sucedido, ya. Pero es que a vuestro Dios se le ocurrió que la gente se tenía
que morir, aunque fuera de viejo. Haber elegido susto. Y cuando dejasteis que a
Carrero Blanco lo pusieran en el trampolín hacia la Gloria (nótese la ironía),
nunca imaginasteis que este jovenzuelo, Suárez, se le ocurriese montar una Democracia…
con su Constitución y todo… y con rojos en el hemiciclo. Que desatino.
Pero bueno, para eso habéis llegado al poder y ahora estáis
enmendando el entuerto y volviéndolo todo a su justo cauce. Lástima que don
Francisco no levantase la cabeza para ver que todo sigue “atado y bien atado”.
Pero volviendo al tema de la educación, no sé señor Wert si
sabe a qué me refiero, prefiero que mis hijos sepan de matemáticas y geografía,
de historia general y Lengua , Aunque la tuviesen que compartir con el catalán
(no digo el andaluz porque no se si usted recordará, que gracias a sus
antepasados mi idioma es considerado de incultos), a que sepan de ¿españolismo?
¿Y cual será la reforma educativa? Las glorias del guerrero
del antifaz y Roberto Alcazar y Pedrín por ejemplo. O los goles de la Selección.
O el robo descarado de fondos europeos y como invertirlos en aeropuertos o
estaciones de AVE que se ubiquen en terrenos que pertenezcan a mi primo o a mi
abuela, que eran un patatal a 10 pesetas la hectárea y ahora valga 10.000 € el
metro cuadrado. Es un suponer eh. No quiero yo inmiscuirme en el trabajo de un
señor ministro, no sea que crea que quiero entrar a la fuerza en el Congreso y
me considere un golpista. Por cierto aprovecho, ya que usted es Ministro de
Educación, para que eduque a sus colegas y les explique que el congreso nos
pertenece a todos los españoles, hasta a los que no quieren serlo, y no es su
cortijo particular.
Ah, y dentro de 3 años, si aun quedamos alguno por aquí, nos
veremos en las urnas… a ver que nos cuentan para entonces. Va a ser un espectáculo
verles en campaña. Yo por si acaso voy a guardar algún tomate, por si aquello
se convierte en Buñol. Si van de amarillo pollo a lo mejor les vestimos de bandera
española y todo. Así se españoliza y no como usted dice.
“Españolizator, castigando al levantisco desde el medievo”.
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