lunes, 6 de diciembre de 2010

La huella

La pasada fiesta de “Todos los Santos”, Samhain para los amigos, me han contado un chiste que me ha hecho escribir esta parrafada.

Se trata de un fulano que se muere y un conocido le encarga la lápida y un epitafio. Para ello llama a un marmolista que a la vez es poeta y le pide que ponga algo referente al muerto, nada de los típicos “Descanse en paz” o así. El hombre le pregunta el nombre del difunto: Juan Romero. También quiere indagar la vida de este hombre para encontrar algo que pueda distinguirlo o calificarlo en su epitafio. El conocido le comenta que Juan no hizo gran cosa en la vida, para ser sinceros, no hizo nada. No tuvo hijos, no tenia un hobbie, no tenia inquietudes artísticas, no pertenecía a ningún grupo ni nada por el estilo, nada. Tres días después el conocido va a ver la lápida que ya está colocada en su sitio y lee: “Aquí yace Juan Romero, del coño de su madre al agujero”.

Se me ocurren tantos que conozco que podrían llevar ese epitafio el día que la espichen. Gente que pasaba por aquí. Que cuando desaparezcan serán quizás un recuerdo durante unos años pero nada más. No hablo de esos pobres que nada tienen y que se mueren en cualquier parte dejando tan solo un cadáver que alguien con un poco de suerte recogerá. Esos desahuciados del mundo de quien nadie habla, en quien nadie repara, “los nadie” que decía Galeano . Yo me refiero a todos estos que pudiendo ser, no son.

No es que tengamos la obligación de hacernos famosos, es tan solo la de dejar una huella en el mundo más allá de alguna foto perdida en un cajón o una lápida como la del pobre Juan Romero. Y habrá quien me diga que tener hijos es dejar una huella. Pues tampoco es la clave, porque hay quien los tiene y no deja en ellos nada más que un parecido a veces ni razonable. Hay gente que me dice que los hijos deben crecer con total libertad de opinión y creencia. Yo les digo que, pobres adultos me estáis dejando para el futuro. O quizás es que ni tú estas seguro de tus opiniones o tus creencias. “No debes influir en ellos” dicen algunos. ¿Influir? Ah, ahora educar es influir. Claro, cuando no hago lo que tú supones que es correcto es influir. Dejadme que os diga que yo SÍ influyo en mis hijos, ¿quién si no va a hacerlo, el vecino? Considero mis ideales, mis creencias, mis convicciones y mis actos los correctos y el modelo que deseo para mis hijos. ¿Pero cómo habría de ser si no? En caso contrario o seria un hipócrita o un farsante. Mi forma de ver el mundo es, como es lógico, la que vivo. Respeto las formas de los demás siempre que ellos sean respetuosos y eso también se lo inculco a mis hijos. Trato además de que me vean hacer lo que creo correcto, no solo decirlo. La mujer de Cesar no solo ha de serlo, sino parecerlo.

Cuando sean mayores y lleven las riendas de sus vidas escogerán de mí lo que les parezca correcto y se rebelarán contra lo que consideren que confundí. Quizás nada, quizás se guiarán por lo que otros les vayan diciendo. Todo está en manos del destino. Sin embargo yo espero que mis valores les lleguen y los hagan suyos y que los pasen a sus hijos. Esa es la huella del hombre. Que un día en que yo no esté alguno diga: “Mi padre decía esto o aquello y es lo correcto”.

Hay personas, esas que pasan por pasar, que se me asemejan a las vacas que pastan y ven pasar el tren. Las miras y ellas te miran, y están ahí pero el tren pasa y ellas siguen pastando ajenas a los que vamos dentro del tren. Su vida sigue impasible y en ti no quedará nada de ellas. Vidas que hoy son simples y vanas pero que mañana ni habrán sido. No dejan recuerdo. En mi pueblo los llamarían cortos de genio o “sinsustancias”.

A algunos nos da por escribir, a otros por pintar. Otros, no todo el mundo tiene por que tener inquietudes artísticas ni siquiera atractivas, se dedican a hacer algo para que se les recuerde. Incluso el mayor hijo de puta queda en el recuerdo. Al menos ellos dejarán huella, negra pero huella al fin y al cabo. En el antiguo Egipto, gentes que tenían firmes creencias en el Más Allá, sin embargo tenían clara una cosa: desaparecer es simplemente el olvido. Me explico, para ellos que tenían una religiosidad extraordinaria el perdurar en el tiempo era el hecho de que te recordaran. El gran Ramsés II hizo que su nombre fuera tallado en monumentos y estelas el triple de profundo de lo que se solía poner para que el viento y la arena no lo borrase. Por el contrario el faraón hereje Ahkenatón y su descendencia, entre ellos el hoy famosísimo Tutankamón, eran desconocidos hasta que se descubrieron sus tumbas por casualidad por el hecho de que como castigo a su herejía sus nombres fueron borrados de cualquier monumento. Caracalla, Emperador de Roma, asesinó a su hermano e hizo borrar el rostro de Geta de todos los frescos o camafeos donde estuviere. La “damnatio memoriae”, el olvido.

Trabajo en un sitio donde en las peores épocas podemos juntarnos más de medio millar de personas, unos miles en los buenos tiempos. Hay algunas personas que pasan días y ni siquiera sé que han estado allí aunque las haya tenido a unos metros cada día. Simplemente pasan desapercibidas por que no hacen nada, no dan nada, no hacen ruido. No molestan, cierto, pero de tan poco molestar el día que dejen de ir no se les echará de menos. Alguno quizás sí y por eso sabremos que se han ido.

Yo por mi parte necesito dar mi opinión de las cosas que me rodean, que mi sentir cuente. No aspiro a ganar fama o descrédito, que alguno hasta se alimenta de la crítica y el caer mal. Solo aspiro a que mi sillón vacío se note. Al que le siente bien, me alegraré mucho, al que no que le den por culo.

Uladh dixit.

lunes, 30 de agosto de 2010

Historia reciente, peligro inminente

Corria el año 2003 y estabamos inmersos en una negociación con la SEPI (antiguo Intituto Nacional de Industria) por el convenio colectivo ya muy retrasado y una total falta de trabajo. Nuestra antigua Bazán, con doscientos cincuenta años de historia en la construcción naval y líderes mundiales en el sector militar y tecnológico, hacia 3 años que habia desaparecido, concretamente en Julio de 2000, para convertirse en IZAR. La unión de dos históricos pesos pesados en la construcción naval, AESA (Astilleros Españoles) y Bazán era ya un hecho consolidado y aceptado a regañadientes por todos, tanto de una como de otra empresa.
Siempre fuimos unos vecinos como suelen ser los vecinos de muchos años, condenados a vivir en la puerta de enfrente. Recelos tontos de la convivencia. Y ahora nos obligaron a casarnos a la fuerza. Nos entregamos las arras mirandonos de reojo. Unos ponian sobre la mesa (AESA) potencial humano acostumbrado a las penalidades de un sistema de trabajo basado en la subcontratación, el trabajo a destajo, la competencia feroz y desleal de astilleros asiáticos de baja calidad y bajísimos precios, convenios desfavorecidos a cambio de subidas salariales, gran superficie de trabajo al contar con 7 factorias en toda la costa española y una polivalencia en su plantilla que los hacia adaptables a cualquier tipo de trabajo que necesitase realizarse. Por contra, venia ese novio vestido de harapos, ya que arrastraban una crisis sectorial con perdidas euromillonarias y unas ayudas ilegalizadas por Bruselas que se pretendian esconder bajo la manta que ofrecia la unión con Bazán.
Bazán en cambio venia de una larga vinculación al Ministerio de Defensa y ofrecia solvencia económica merced a las caracteristicas de su modo de contratación sin fecha de entrega fija, la escasez de competencia y los logros tecnológicos de los últimos años que la ponian en las más altas capas de su sector. Tenia además un convenio laboral muy cuidado con grandes beneficios para los trabajadores a costa de un nivel económico menor, una distribución del trabajo por gremios que hacía de la especialización su mayor baza, no existia la subcontrata y su cartera de pedidos estaba repleta. La novia rica sin embargo no tenia suficiente sitio ni tiempo para poder albergar tanto trabajo que se iba acumulando y esto se aprovechó para tratar de repartir riquezas con AESA.
Si la relación ya empezó mal debido a las diferencias entre los novios, peor se puso una vez consumado el matrimonio. Y es que el por entonces euroministro Solbes rebuscó en el cajón de su mesilla aquellas denuncias sobre las ayudas irregulares por parte del gobierno del PP a los Astilleros. Le tiró los papeles al Tribunal de Cuentas de la CE y como él esperaba, esta montó en colera. Estabamos a finales de 2003 y el PP se las prometia muy felices para las Elecciones Generales de Marzo del año siguiente. La siempre peligrosa paz social estaba conjurada al menos en lo referente al sector naval, siempre hemos sido peligrosos cuando nos juntamos en mitad de una carretera defendiendo el puesto, que junto a la industria minerometalúrgica ha sido siempre la que se ha echado a la calle cuando habia que calentarles las costillas a los caciques y grandes empresarios. ¿Quién se acordaba del Prestige y sus hilillos de plastilina, o del "No a la guerra" de Pilar Bardém y Almodovar? Estaba chupado por que ZP y su buen talante nada podria hacer contra la larga sombra de Josemari, el del bigote sí, el del acento tejano-vallisoletano, el catalán en la intimidad y que cuando queria decia que sacaba una gracia andaluza que... para cagarse en toda su nación (ESsssshpañia claro). Además, el 17 de Julio de 2002, el gran amigo de los EEUU "Housemarria Ansar", habia conjurado un gran peligro para ESSHHHPAÑIA. Habían logrado vencer a 12 gendarmes del Reino de Marruecos que habían cometido la osadia de tomar el islote de Perejil, frente a Ceuta. Un ámplio despliegue militar anfibio y aereo que se saldó con 12 soldados enemigos detenidos sin oponer resistencia y un soldado español herido en la rodilla al caerse cuando bajaba de un helicóptero, por un islote que no valia ni el combustible que gastó un F-18. Pero la integridad de ESSSHPAÑIA estaba salvada.
Volviendo al tema, Solbes sacó de debajo de la alfombra las cenizas de la abuela y se las tiró a la cara a sus homólogos en España, Rodrigo Rato como ministro de Economía y Zaplana en el de Trabajo. Como la castaña quemaba se la fueron echando unos a otros mientras nosostros mirabamos diciendonos: "verás que al final vamos a ser nosotros los culpables". Y como ya conocemos el percal pues no nos equivocamos. Izar tiene que pagar el dinero que recibió por lo que se declararia en quiebra técnica. Pero claro, como Bazán se casó en Régimen de Gananciales con AESA, todos al saco. Un día nos dicen: "Resulta que sin comerlo ni beberlo nos chapan el chiringuito y aquí montarán un Centro Comercial o Vivendas de Protección Oficial, quién sabe".
Bién sabia Solbes, porque ya lo vivió cuando solo era Técnico Comercial del Estado en el 84 y 86 durante la reconversión industrial, que menear el avispero de astilleros era iniciar una pequeña guerra con frentes y disturbios por toda España. Y así ocurrió. Un 3% de contratación civil no podia mantener a 11.000 trabajadores que solo tenian los últimos contratos militares de la antigua Bazán. Se preveian 1100 millones de euros en perdidas. No había salida. La dispersión territorial impedia la especialización como habia hecho el resto de astilleros europeos. Costaba un 50% más caro hacer un buque que su precio de venta. En lo militar no había problema pero, todos estabamos en el mísmo saco. Y comenzó la guerra. Todos los centros salieron a la calle y nos movilizamos como sabiamos. Asamblea, votación, manifestación. Parecia increible pero cuando nos pusimos más duros los antidisturbios no aparecian. El PP ya tenia un plan, vender Izar al mejor postor. Meses de conflicto que nos llevó a una macro manifestación pacífica en la Capital del Reino el 5 de Marzo de 2004. El PSOE nos miraba con condescendencia ya que le estabamos haciendo un gran favor a 9 días de las elecciones. No contábamos con el terrorismo talibán que seis días después paralizaba el pais y teñia de sangre las elecciones, reabria la brecha entre las dos españas, y relegaba a nuestros problemas laborales a un mal menor.
Ganó el PSOE y pensamos que nos pagaria el pequeño favor que le hicimos al incendiar los pilares del gobierno moribundo del PP. Una vez rotos los huevos no pueden volver a recomponerse y la caja de Pandora que abrió Solbes nos pasaba factura, concretamente 550 millones más de euros a devolver antes de fin de 2004. Zapatero y su ministro Hacienda, ¡Solbes!, buscó una solución salomonica, escindir Izar en dos. New Izar se encargaría de los pedidos militares, podría recibir ayudas estatales y su supervivencia estaba asegurada. Izar seria privatizada y sus dueños posteriores tendrian licencia para vender hasta el último tornillo y disponer del futuro de miles de familias que se verian en la calle.
Sestao, Naval-Gijón, Fene-Ferrol, Sevilla y San Fernando recibieron su sentencia de muerte. Manises, Pto Real, Cádiz, Ferrol, Astano y Cartagena serian salvados por los pelos. Lo más sangrante fue la decisión de poner arbitrariamente a una factoria u otra en según qué grupo. Por la parte que nos tocaba, en San Fernando tras más de 250 años dedicados a la construcción naval militar, con un histórico bagaje sobre nuestras espaldas y con la hilarante casualidad de que nuestro astillero está ubicado sobre suelo perteneciente a Defensa, se nos decia que siempre habíamos sido civiles por que construimos 4 Ferrys de alumínio. Para reirse hasta romperse la caja torácica de no ser por que eso nos llevaba a desaparecer en menos de un año.
Aquello fue el remate al cúmulo de despropósitos ideado por la derecha política, apostillado por la falsa izquierda socialista y permitido por nuestro comité de empresa. ¿Qué podiamos hacer? Sin duda, otra vez a la guerra. Esta vez solos. Ferrol estaba salvado y Pto Real y Cádiz, que indignantemente venian de la construcción civil, también. Solo quedábamos nosotros. Y no quedaba tiempo.
Si os soy sincero, todo aquel final me pareció una pantomima, parecida a la que ahora escenifican los sindicatos con la huelga general del 29 de Septiembre. ¿Quién se puede creer que pretendan que dimita el PSOE cuando la opción que quedaria seria la fachorrada pepeista? Pero hay hacer ver que se hace algo. Eso es lo que hicimos entonces, en el 2004, hacer ver que haciamos algo. Aquella pelea ya estaba ganada pero no se podia pretender salvar a unos astilleros civiles y a otros no. ¿Con qué criterio? Por eso se nos metió a nosotros en el saco roto, para que pareciera una cuestión arbitraria. No contaron con que para tapar la jugada ponian sobre el asfalto un millar de personas frente a los medios de represión estatales. Volaron piedras, discos, varillas y metralla de todo tipo contra botes de humo y balas de goma. Nosotros que vamos cada día a las 6'30 de la mañana a vernoslas con chapa, soplete o pistola de soldar y ellos que se enfrentan, tras arduos entrenamientos y ellos sabran qué más, con cualquier tipo de violencia callejera. Obreros contra soldados. David contra Goliath. Pero aquí Goliath lleva parapetos y protecciones y usan tanquetas con puestos de tiro fijo.
Desde uno de esos puestos de tiro y amparados por la ley dispararon a placer sobre nosotros. Desde una de esas tanquetas vieron como un compañero que se resguardaba tras una pared se relajaba un instante en su miedo y al asomarse le dispararon sin piedad con el saldo de un ojo que hoy es una cuenca rellena de cristal. La broma tomaba tintes de sangre y algunos dijeron sin recato que al día siguiente la lucha seria a muerte, ojo por ojo. Si la tanqueta volvia a acercarse a la puerta de la factoria alguno saldria de allí con los pies por delante y para ello acumularon cocteles molotov en la azotea de la casa de seguridad interior. Si querian sangre, seria la suya. Aquello se salia de madre y al día siguiente el comité decidió que no se iria a la calle. Ni hablar. En definitiva nos dijeron que la mesa de negociación se reabria y en unas semanas se supo que regresabamos al lugar de don de nunca debimos salir.
De aquella pelea, de aquella guerra, nació Navantia. La vieja Bazán ha cambiado, a peor, por que hemos heredado las peores costumbres de aquellos que en su día hicieron tambalear el sector naval. Subcontratas que engordan los presupuestos y las cuentas personales de algunos cargos, nepotismo, perdida de la especialización, dinero facil frente a rejuvenecer plantilla, etc...
Hemos vivido unos años de extasis gracias a los contratos con la armada venezolana. Un sueño al que le llega el momento de despertar. Unos años de vacas gordas que se vuelven flacas justo en el peor momento, inmersos en una crisis económica a nivel nacional y cercanos a unas elecciones que, si no se recuperan las formas nos llevará de nuevo a ser el plato principal de la hambrienta jauria derechista ansiosa por vender a sus aliados empresariales los despojos de la estructura industrial española para sanear sus peculios personales.
Winston Churchill dijo que quién olvida su historia se condena a repetirla. Esperemos que la nuestra no flaquee.

viernes, 13 de agosto de 2010

Dos tontos muy tontos

Os voy a hablar hoy de dos figuras que todos estamos hartos de ver a nuestro alrededor y que muchos, o al menos yo, sufrimos con resignación y asquito.
El tonto primero, porque lleva más tiempo entre nosotros, es el pijo. El pijo no tiene por que tener dinero, aunque normalmente lo tiene. Voy a hacer primeramente una descripción física del pijo en sus distintas facetas.
Desde pequeñitos visten y se peinan de forma diferente al resto del genero humano para distinguirse. Llevan los pijitos, sea crudo invierno o tórrido verano, pantaloncito corto con tirantes, calcetincitos caladitos y zapatos de charol con hebilla. Lleva camisita de color pastel y mangas de farol con cuellos redondos. En invierno suelen llevar un abrigo o trenca con capucha de color azul marino o verde botella. Se peinan con raya al lado y hablan con vocecilla nasal. Las chicas usan trajecito de vuelo con grandes cuellos de encajes y lacitos, lacitos por todas partes. Lacitos en la espalda, en las mangas, en el pelo. Lazos pequeños y lazos enormes. Todos los matrimonios pijos deben tener un Pinocho o una Mariquita Perez como vástago, y si son del opus que menos que catorce. Toda su ropa, tanto la de los pequeños como la de los mayores tiene indefectiblemente que ser de marca y normalmente tiene nombre y apellido. Ralph Laurent, Yves Saint Laurent y además gustan de marcas con nombre puramente castizo como Pepa Domínguez, Lola Martínez o Rafael Durán. Eso da caché.
Todos estudian en colegios bilingües, con picadero propio y con nombre de santo.
Los pijos van creciendo y lógicamente mudan su indumentaria. Ellos se colocan pantalones chinos o vaqueros azules con mocasines y politos (con el motivo de la marca en el pecho y ahora que se ha generalizado su uso, el logo tiene que ser gigante) con el cuello levantado. Sea invierno o verano llevarán un jersey, colocado sobre los hombros y anudado al pecho cuando hace calor. Las chicas llevan el pelo largo y peinado y ladean la cabeza para que el pelo caiga hacia un lado. El pelo es muy común que lo lleven teñido de rubio a mechas con las raíces negras. Pantaloncitos de cuadros por la rodilla y tacón alto o vaqueros de pitillo y tacón alto. Muchas llevan camiseta o polito de marca aunque algunas muy pijas llevan blusa y pañuelo con motivos de equitación (fustas, estribos, sillas de montar). En verano ellos se colocan un pantalón corto con camisa de manga larga, con los puños vueltos. Que digo yo que se llevan todo el año dándose rayos UVA y gastando una pasta y luego en verano se tapan. Y es que son tontos claro.
Las gafas de sol tienen que ser en ellas grandes y redondas como las del ‘Un, dos, tres’. Sirven además para sujetar el pelo como si fuera un pasador. Ellos suelen llevar el pelo también largo. Lo normal es que lo lleven engominado y súper alisado delante y un montón de rizos alborotados por detrás. También lo llevan suelto y caído el flequillo como una cortinilla. Patillas largas y sin sombra de barba o bigote, que eso es de macarras.
Si van a la playa el polito tiene que tener la bandera española en el borde del cuello. Si van al campo el atuendo cambia por una camisa de pana finita y un chaleco quitafrio de color verde o marrón, con gorra de cortijero de cuadritos o sombrero de fieltro. He llegado a ver a un tonto pijo de esos con pantalón de montar, sin las botas y en zapatillas de deporte por el Cortingles, el pantalón para quién no lo sepa llega hasta la rodilla. Una pinta de gilipollas que tiraba para atrás, pero eso sí, todo el mundo sabia que tenia caballo. Porque esa es otra cosa de los pijos, y de su tontería, el aparentar (para quien no tiene) y el demostrar (para quien sí tiene). El perfecto pijo debe ir mostrando siempre su posición y patrimonio, real o ficticio. Alardear en suma.
El tonto, vamos el pijo, se distingue hasta en el color de la ropa. Llevan pantalones vaqueros rojos, sí amiguitos, rojos. Y camisas de color rosa. Son unos colores y unas pintas que entran por tus ojos y van directo a tu cerebro. En él hay una lucha entre partirte la caja del descojone o liarte a ostias hasta que pierdas las uñas.
Cuando el pijo crece y envejece sufre una transformación. El hombre suele experimentar una mutación. Aunque su pelo se pone blanco totalmente como el de Richard Gere , su piel toma un color oscuro casi como el de una castaña. De pronto viste como un chaval, con ropa ibicenca o hippie pero de marca y de lino o algodón criado en granjas de diseño (pijipy le llaman los muy capullos), en esa época se divorcian de su vieja y se buscan una chavala de veintitantos que llevan como el que lleva un pañuelo de flores para lucirse. Estas chavalas suelen ser pijas sin un puto duro que se creen que heredarán todo lo del viejo que normalmente ya está todo amarrado y adjudicado a sus buitrillos... dijo sus hijos. Alguna zorrita de estas se lo montan bien y se queda preñada, sea del chofer o en un día que el vejete no se pone hasta el culo de coca o de mojitos. Entonces el niño en cuestión, después de algunos juicios que seguro saldrán en ¡Qué me dices!, heredan un cacho del pastel.
¿Y qué pasa con las pijas cuando envejecen? Al principio se lo montan bien y con lo que les deja el divorcio bien del carajo. Se pasan el día tostándose al sol en la playa o el yate. Se rodean de maromos que buscan también la sombra del dinero. Los tíos tienen peor suerte ya que no se pueden quedar preñados pero al menos algunos graban un disco de mierda que no escucha ni su madre, o hacen un par de pases en una pasarela enseñando cachas y poniendo cachondo al modisto con cara de mojama que le toque vestirle. Luego pasa el tiempo y la pija no tiene la suerte que su ex-pijomarido. Éste, por la genética, se convertirá en un arrugado viejo podrido de dinero y empitonado a viagras. Ella no tendrá esa suerte y gracias a un cirujano plástico sin escrúpulos y forrado estirando pellejos, se convertirá en un payaso con los labios como el borde de un lebrillo, las tetas como dos bolsas de silicona pero a la altura de las caderas y el pescuezo como el mástil de un violín. Un collar de perlas gordas como huevos de codorniz para estirar las arrugas del cuello y unas gafas negras como el culo de una botella de Tío Pepe para ocultar que tiene el ombligo en la frente.
El pijo, por su estatus económico, podría parecer que se deleitaría escuchando a Brahms o a Haydn, hasta a los coros gregorianos de Santo Domingo de Silos. No, el pijo flipa con los ‘Siempre así’ y algunos cantantes de corte flamenco como Falete, Lolita, Poveda o Manuel de Angustias (toma ya el nombrecito) ya que gustan de saraos y romerías donde demostrar que se divierten mejor que nadie a base de fino y jamón. El Rocío es la mayor romería pija y las ferias de Jerez y Sevilla. También van a conciertos de Bosé o A. Sanz, Paulina Rubio, etc. no porque les guste en sí sino por que ellos son igual de pijos y si va alguna tele al concierto quizás puedan luego alardear ante los amigos tontopijos de lo guay del concierto. Y las fiestas pijas, que me decís de las fiestas pijas. Sobre todo en verano, los pijos se reúnen en sus chalets a hacer la fiesta ibicenca (todos vestidos de blanco a juego con la cocaína que se meterá la mayoría), la fiesta romana, donde todos se visten con sabanas para luego acabar en la piscina borrachos perdidos, etc.
Los pijos no se relacionan nada más que con pijos. Viven en chalets de lujo o no, pero chalets. Con piscina y barbacoa y casa de la piscina y casa de la barbacoa. Suelen vivir en una urbanización solo de pijos, tontos todos como ellos, con más o menos dinero o sin un duro pero entrampados hasta el culo para aparentar. Recordemos que su máxima es ‘aparentorum et semper tontorum’.
El tontaco pijo no habla como el resto de seres humanos. Cortan las palabras para que nadie sepa que dice. Es como un lenguaje diferente y críptico que ellos, tontos del culo, creen que no sabremos descifrar. Así hablan del ‘insti’ o el ‘tuto’ que es lo mismo, la ‘uni’, la ‘parti’ en vez de decir instituto, universidad o fiesta. Algo que además significa lo mismo porque para ellos el estudiar es una fiesta continua. La fiesta del otoño, la del invierno, la de la cerveza, la de derecho, la de farmacia, la de medicina. La universidad es donde los pijos hacen como que estudian pero en realidad se colocan de cocaína y alcohol y se aparean como conejitos, o conepijitos. Luego papi les paga el postgrado o un master en Columbia, ‘Ojsfor’ o ‘Kembrich’, los más ricos y en U.C.L.A. o ‘Niuior’ los menos. Sacan el título como casi todos sabemos, pagando en internet a algún pringao que haya hecho ya el examen o sabe Dios de que manera. Y papa los coloca en la ‘ofi’ de la empresa a dirigir a los que de verdad tratarán que siga adelante. Se comerán lo que el abuelo levantó privándose de ir a Montecarlo o a La Concha (se lo comerá o se lo meterá por la nariz) y mientras ‘fiesta fiesta, parti parti’.
Otra particularidad son sus deportes. Si no cuestan dinero y no tienen que gastarse una pasta en Decathlon solo para vestirse, no merece la pena. Antes era el tenis, luego fue el golf, pero como eso ya lo juega cualquier jubilao que veranee en Benidorm, han tenido que buscar un juego nuevo que sea solo para pijos. El Squash o como coño se escriba. Es una mezcla de tenis y frontón que se juega en ‘clus de exkuás’. Allí se reúnen los pijos tres veces por semana a jugar diez minutos y a exhibir el último modelo de ‘aipold’ o las nuevas zapatillas refrigeradas y que saltan solas gracias a la burbuja de aire de los Alpes suizos de su suela durante las tres horas restantes y luego a refrescarse en la terraza frente al campo de equitación donde los pijitos saltan en caballitos guiados por instructores sonrientes que están hasta los mismos huevos de los putos caines que tienen de alumnos. También últimamente está de moda el paddel que es como jugar al tenis con las palas de playa en vez de raquetas, que digo yo que si ya estaba inventado el tenis para qué cambiarlo. La vela y los deportes náuticos son imperecederos en Pijoland, así como el pasear sus culos sobre caballos que ni apestan a caballo.
Y los nombres. Cesar, Marcos, Máximo, Rodrigo o Iñigo y el incombustible Borja. Y si el nombre es largo hay que acortarlo de forma que de repulsión. Rodri, Chechu, Chema, Yago, Jóse, Quique, Edu, Rober o Tito. En ellas es más difícil encontrar uno así que se note la pijéz. Pero siempre los salvarán las Águedas, las Sofias, las Almudenas y sus diminutivos ridículos, Queca, Fefa, Sofi, Luli, Tita. Y además con apellidos que contengan un ‘de’ o un ‘De la’, para que no sea un Torre común sino un De la Torre, aunque sea lo mismo.
¿Cómo se mueve el pijo? En coche. No un coche cualquiera. Tiene que ser un Mercedes clase C o un BMW de la serie 5 para arriba. Eso ellos, porque ellas no hay quien las baje de un 4x4 y si es un Rav4 o un Hammer mejor. Así nadie les puede decir ‘¡enciende el intermitente gilipollas! sencillamente porque no llegan a esa altura desde su utilitario. Lo que sí es común es que se cuelen en el parking, no respeten el limite de velocidad, ni la prioridad en un cruce o una rotonda y que en un semáforo en rojo den un acelerón para salir antes que tú que llevas un SEAT o un Citröen. Porque claro, ir detrás de alguien en una carretera o que pases tú primero aunque tengas preferencia, que tenga que buscar una plaza de parking unas tres columnas mas pallá, eso es de pobres. o como dirían ellos con su lenguaje que parece que llevan la lengua quemada después de comer una pizza recién sacada del horno: ‘Io soy ijo saes... tsontso pero ijo, mentiendes. Osea questoy proncima del populatso saes, osea deerdá’.
Vomitados.
Los segundos tontos del culo que me dan casi tanto o más asco que los pijos, son los canis. Llamados también bajunos, kinkis, wilys o muchos más apelativos dependiendo de la zona de España donde hormiguean.
Hagamos un ejercicio de aguante estomacal y describámoslos físicamente.
Desde pequeñitos visten y se peinan de forma diferente al resto del genero humano para distinguirse. Lo pequeños bajunitos suelen vestir de ropa de mercadillo que a simple vista puede parecer normal pero que por los colores chillones y mal conjuntados (de eso no entiendo pero la mujer dice que es así), y los niños suelen tener un corte de pelo estilo Willy DeVille, por si no me entendéis, pelado normal y corriente en toda la cabeza excepto en la parte baja trasera que cae en una melenita hasta media espalda. A veces no es mas que un guindajo enroscado y medio quemado por un intento de tinte o agua oxigenada. Este peinado bajuno también puede verse en los padres y canis adolescentes. Las niñas no suelen en esa edad llevar un peinado o indumentaria muy diferente al resto de los mortales de no ser por lo de los colorines extravagantes, que debe ser por que el ojo de su madre no pueda distinguir colores normales y solo vea fosforescentes rosas y verdes (algo digno de estudiarse junto al ojo del calamar).
Llevan los canis macho, sea crudo invierno o tórrido verano, chándal cuanto más ancho y llamativo mejor. Cuando llevan camisetas tienen que tener colores que se vean en altamar desde millas de distancia y si estas cerca y les miras más de cinco segundos te provocan daños irreparables en la retina y en el cerebro. A veces llevan estampados dragones y motivos japoneses, no saben ni porqué pero queda ‘towapo’ según su escaso lenguaje que ya abordaré más adelante. Al contrario que los chandals, las camisetas tienen que ir ajustadas para marcar ‘ardominales’. Toda su ropa, tanto la de los pequeños como la de los mayores tiene indefectiblemente que ser de marca. Nike, El Niño, o TN. En verano un autentico cani no lleva camiseta ni na, pa enseñar músculo. Y entonces se ponen los vaqueros que han comprado en ‘Breska’ y que tienen que ser dos tallas más grande pa enseñar el calzoncillo hasta medio culo, que se vea bien la marca, la del tiznón. Y si llevan bañador tiene que ser ‘shurfero’ y llegarle a los tobillos. La gorra es otra prenda indispensable para cualquier cani que se precie de serlo. Tipo béisbol y que le esté bien a su hermano chico porque en realidad no sirve para cubrirse del sol ni na de eso. La llevan en la coronilla y con la visera mirando al cielo como una antena parabólica para recoger ondas hertzianas. Llegamos, bajando por esos pantalones sin forma y si los bajos del pantalón lo permiten ver, al calzado. Zapatillas deportivas enormes y elevadas sobre muelles de aire de colores llamativos. Imagino que esas suelas tan altas son para ir desgastándolas ya que arrastran los pies al andar para balancearse como cuando un chimpancé levanta las manos y camina. El pelo, cuando no lo llevan rapado, lo suelen llevar de varias maneras. La primera es el estilo crestita como la suelen llevar algunos futbolistas (ídolos principales adorados por esta especie), también usan de la cresta mohicana. La otra es la típica de kinki que por delante parece que va peinado normal y detrás le cuelga una horrible cola de 4 pelos que forman tirabuzones y le salen directamente del final del cuello. Hace unos años estaba de moda entre el bajunerio el llevar el pelo como un franciscano o estilo cenicero. Todo rapado excepto una corona alrededor de la cabeza que les daba aspecto de torreón.
Repasemos ahora a las canis hembra. Lo de cani macho o hembra es porque en ellos aun sobreviven los instintos ancestrales del ser humano primigenio. La cani suele vestir una malla ajustada hasta las últimas consecuencias. De esas para sordomudos sí, que se pueden leer los labios. Cinturón enorme y top de color fosforito. Suelen tener unas tetas enormes desde que echan los dientes, no sabemos si es una adaptación genética para amamantar bien a sus cachorros ya que en cuanto tienen la primera regla están dale que te pego hasta quedar preñadas. Si lo normal es que en 100 años haya 4 generaciones en una familia, a razón de una cada 25 años, en la especie cani puede llegar a siete. Y es que la cani suele quedarse embarazada a los 15 años la primera vez y así se sucede que en cien años veremos tatarabuelas canis con 60 años. Sigamos con la hembra cani y su indumentaria. Lleva la cani el pelo siempre muy largo y suele ir teñida de un negro intenso o mechas rubias. Si lo lleva suelto le cae en rizos, pero lo más común es que lo tenga en una cola muy alta, casi en la coronilla y tan estirado que a ves les es imposible pestañear. Una banda elástica en la frente de color también chillón es como la gorra de su macho, así evita que el cerebro pueda expandirse y le quepan ideas, como por ejemplo leer. Complementan su atuendo con abalorios tribales como unas argollas enormes en las orejas donde cabrían colgada una familia de guacamayos gigantes del Amazonas. Aunque mida 1’56 la cani arquetípica parecerá que tiene 1’70, pero es por las plataformas de corcho que se pone en los pies. El rabillo del ojo tiene que ser negro carbón y llegarle hasta la sien. Las uñas de mil colores diferentes pero todos a la vez. Los canis o bajunos suelen llevar piercings y tatuajes en cualquier parte del cuerpo. El macho lo lleva grande y con dragones, letras góticas con el nombre de la churri, o el suyo propio, perros de presa (que es un elemento casi indispensable, y cuanto más feo y más cabezón sea el perro mejor) y signos tribales sin significado alguno que con la nula cultura del cani es algo que le importa poco. También llevan unas letras chinas en el hombro o en el cuello o muy común detrás de la oreja. No tienen ni zorra idea de qué pueden significar pero se creen lo que les dice el jevy que lo tatua y que se parte el culo cuando se va el cani to contento y se lo cuenta a los colegas que se parten el culo también. Las canis suelen llevar tatus más pequeños en la paletilla, en los lumbares o en la pierna y eligen motivos como duendes, hadas, campanilla o el conejito de playboy. La cani suele ponerse un tatu en sitios donde no se ven como en el culo, la teta o en el pubis. Es para que solo lo vea su pibe pero como en dos meses se han pasao por la piedra a medio instituto y cambian de novio más que de tanga (que sí tiene que verse por encima del pantalón y las tirillas le tienen que llegar al sobaco) pues en un curso lo conoce to dios. Y si no, ya se encarga ella de enseñarlo a la menor oportunidad o en una foto del ‘tuenti’. Los piercings en ellas en la boca que parece una verruga negra. En ellos suelen ser un brillante en la oreja estilo Guti o Beckham, un aro que le agujerea la tetilla de la oreja o clavos en la ceja.
Y el oro, oro por todas partes. Anillos, sellos, cadenas gordas y medallones con cristos, camarón o símbolos chinos o de dólar.
Todos estudian en colegios bilingües, con picadero propio y con nombre de santo. Bilingüe porque solo aprenden dos palabras, picadero porque es allí donde comienzan los escarceos instintivo-sexuales y con nombre de santo porque en España si no tiene nombre de santo es de obrero.
En la playa, los canis hacen toda suerte de acrobacias en la arena para agradar a sus hembras y para que los demás veamos qué cerca de nuestros ancestros están. Ellas mientras tanto se dedican a tomar el sol porque nunca llevarán sombrilla a la playa. Jamás van al campo como no sea de fútbol y para armar gresca gane o pierda su equipo.
El cani gusta de alardear ante sus colegas de cuantos mamporrazos le dio al fulano tal o cual y de que es capaz de aguantar más calimochos o ron con limón.
No sabemos que ocurre con el cani cuando envejece porque aun no conozco a ningún cani viejo pero imagino que será digno de ver.
El cani escucha música a volumen brutal. Sus preferidos son los flamenquitos como Decai, Los Caños, Rebujitos, Estopa, El Barrio, y los herederos de Camarón, ídolo semi-dios de los canis. también gustan de la música chunda-chunda que paso de designar por que no tengo ni idea de cómo se llama ni me importa lo más mínimo, pero la ponen en las discos poligoneras a cargo de ‘Diyeis’ , porque todos tienen ese nombre delante ‘Dj_Narco’, ‘Dj_Teddy’, ‘Dj_Rubita’ y miles más que se te puedan ocurrir. La música, porque carece de letra, seria algo así: Titiritiiii tututu tetete te te, chun, Titiritiiii tutuu tetete te te chun chun, tiutiutiutiu. Chun chun chun chun.
Una creación llegada del otro lado del charco fue en Regeton o como se escriba. Es como una historia de un narco que tiene una pistola y te mete dos pum pum y te da pum pum, y como me mires mal te doy pum pum. Y luego sale una voz de tía cachonda diciendo, papito dame pum, soy tu chava pum, me das pum pum. Todo esto con un ritmo eterno: Tun chitun Tun tun, chi tun Tun tun, chi tun Tun tun, chi tun Tun tun.
Las fiestas de los canis son todas iguales, coche con el maletero abierto a toda hostia el Regeton y botellón en un polígono industrial que acaba en bronca, botellas volando y patadas o fiesta en discoteca de chimpun atiborrados de pastis y acabando en bronca con botellas volando y patadas.
Los canis solo se relacionan entre canis, nadie soporta sus colores chillones más de 4 segundos seguidos. Su agresividad también es un muro infranqueable. Viven en pisos cerca de polígonos y en los extrarradios de todas las ciudades pero el mejor lugar para verlos es en los parques públicos sentados en bancos que previamente han arrancado y colocado unos frente a otros. También es fácil verlos de noche en lugares de botellón allá donde este el coche con la música más hortera y bajuna que oigáis.
El cani no habla como el resto de seres humanos. Normalmente utiliza un pequeño numero de palabras para todo, pero bueno, los perros solo ladran y se entienden. ‘Abe’ que en su lenguaje significa Sabes y lo repiten a cada momento. Entre ellos se llama ‘pimo’ o sea primo o ‘mano’ que quiere decir hermano y que demuestra que ellos piensan que todos son de la misma camada. ‘illo’ también lo suelen utilizar bastante. La canis se comunican entre si llamándose ‘shula’, ‘loka’ o ‘puta’ de forma cariñosa. El cani no habla, el cani grita. Grita hasta cuando esta contento. Lo normal es que se comuniquen a grito pelao con la vena del cuello hinchada. El cani solo se ríe cuando algún colega sufre algún percance cayéndose de la moto o por el estilo y entonces salta dando palmadas entre las piernas y diciendo ‘Iooooo illo, que cara.azo colega Uaaaaaaaaaaaa’. Los canis cuando no están hablando de peleas están haciéndolo de lo ultimo que han robado o de que su ‘pimo’ ha comprao algo más barato a un colega que lo que tu le estés mostrando. Una conversación cani seria así: ‘Pimo ira, taba ahí to la peña y eso abe, y llegó mirmano no, y va y to er tema ahí, abe, y le dio un puñetazo no, y se cayó er nota to partio olega uaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa’. Las canis usan palabras de otro estilo vocal. ‘Tía’ y ‘Que fuerte tía’ es muy común y ya si están en una bronca, que es como el 75% de su vida, ahí ya enloquecen. Se insultan como verduleras y la palabra ‘pamicoño’ y ‘pazoputa’ son de uso corriente en su jerga.
Los canis no estudian, jamás. Un cani no sabría distinguir entre una tilde y una cagada de mosca en la hoja de papel. Es más, ellos creen que el papel solo sirve para liar canutos. Jamás han leído un libro, creo que ni han abierto uno. El Instituto de E.S.O. es ese lugar donde a veces van a liarla con otros chicos o a pintar la tapia de fuera con pseudograffitis poniendo los nombres de todos los ‘sosio’ de la peña que forman, que es como llaman a su manada u horda.
El cani macho tiene dos deportes principales. El primero es en un gimnasio poniéndose fuerte pa enseñar ‘ardominale’ y el segundo cualquier arte marcial que tenga que dar muchas patadas y puñetazos y que acabe en ‘itsu’. El cani hembra no practica deporte alguno. Bueno si mascar chicle con la boca abierta o pintarse las uñas es un deporte, entonces sí, esos dos.
Una actividad muy educativa en el mundo cani es la fotografía y el cine. Si amiguitos, aunque resulte increíble. Sus maquinas preferidas no son Nikkon ni Canon, no. Tampoco Fujitsu, aunque acabe en ‘itsu’, porque eso no sirve pa pelearse. Lo graban todo con sus teléfonos móviles. El estilo fotográfico es sutil, ellos posan enseñando ‘ardominal’ o haciendo que lo tienen y suelen hacerse fotos enfocando al espejo del baño de su piso con los hombros hacia delante para parecer que están cuadraos, enseñando todos los granos de su cara. Porque un cani sin barrillos es como un jardín sin flores. Ellas todas las fotos que se hacen son poniendo poses de fulana o sosteniendo el teléfono en alto para que le salga bien el escote. También se fotografían en sus actos tribales, como fumando canutos o mamando alcohol. Las fotos las suben al ‘feisbuk’ o al ‘tuite’ y le ponen debajo los nombres de los sosios, “er_maki”, er_tete”, “er-Shino”, “er-Negro” (nombres de guerra dentro del grupo para olvidar la mierda de nombres que su padres les ponen).
Los videos que graban son de broncas, peleas de tías, haciendo alguna gamberrada como tirar piedras al tren o a los coches en una autovía, caneando a un profesor, haciendo carreritas con sus vehículos, o derrapes, etc. Los cuelgan en Youtube, porque si no has colgado un video de esos en Youtube, no podrás pertenecer a la horda.
Suelen tener nombres característicos. A ellos les ponen nombres bíblicos o típicamente americanos. Jonathan, Isaac, Israel, Nathananiel o Kevin, Beckam (es que los canis creen que eso es un nombre y no un apellido). Lo que sucede es que luego no responden a ese nombre y cuando no es con su mote de guerra (como los antes descritos) es con Robe, Yoni, Irra. Las tías tienen nombres como Jessica, Jennifer, Yolanda, etc. pero se llaman Yeni, Yoli, Yesi, Nazaré (¿es que este como lo acortas, Nazi?), Noe, Vane, Lore.
¿Cómo se mueve el cani? Aquí hay que reconocer que hay dos estilos. El cani joven y el de escasos recursos económicos suele ir en moto. Una mini-scooter a ser posible Jog-R que le habrá comprado su padre con los ahorros de un año de trabajo y que el niñato cogerá en primer día y la modificará totalmente. Le cambiara el tubo de escape por un tubarro que haga mucho ruido y le quitará el tope del acelerador. Eso si no le cambia el motor de 49 c.c. por uno de 75 pa que ‘rule’ más. Le pondrá luces de color violeta o ultravioleta para no ver una mierda pero que quede ‘towapa’. Y pegatinas de Nike o El Niño.
El que lleva coche porque tiene su padre un poco más de dinero, suele comprarse un Hyunday coupé o con más suerte un SEAT León. Lo arreglan enseguida con un ‘loro’ y dos altavoces que ocupan todo el maletero para que la música que llevan la oigan hasta en Oslo (un cani no sabe donde está Oslo, es más, ni siquiera sabría decirte que países son europeos o ni siquiera diferenciar el nombre de un país del de un plato exótico y si le preguntas te contestan con gilipolleces ¿dónde está Camboya? ¿Camboya, juaaa, po tríncame la.....?).
El coche suele llevar debajo luces giratorias para alumbrar el suelo y los faros son de xenón pero de color azul o violeta. En el maletero y parabrisas suelen llevar todo tipo de neones y diodos. Un puticlub de carretera da menos el cante.
Aunque hay otros que suelen llevar cochazos como Audi Quatro o Mercedes y Beemeuves. Te preguntas que cómo un niñato que está todo el día en el banco de un parque sentado puede tener un coche así sin que su padre sea médico o banquero. Es que ese además de cani es traficante. Sí amigos, el cani también se dedica a vender drogas, pastillas y coca normalmente. Y así pueden comprarse esos coches y estar todo el día en el bareto donde se reúnen tomando cubatas e invitando a los sosio. Las canis no conducen. Un macho cani se vería insultado en su ego si una hembra de su camada supiese conducir mejor que él y por ello no la deja, él la recoge donde sea.
Un cani, con moto o coche, no tiene ni idea de las normas de tráfico. Para eso tenia que estudiarlas y el cani solo se aprende como un padrenuestro los exámenes de los colegas. Algunos ni usan de carné, ¡pa que se lo retiren!
El cani no sabe lo que es el límite de velocidad y por ello aprieta el acelerador hasta que las uñas se quedan sin sangre debajo. El cani no entiende de colores y de ahí que los semáforos sean para los demás. Si fueran fosforito y el rojo de color fucsia, entonces a lo mejor lo verían. El bajuno no permitirá jamás que tu salgas de una calle antes que él aunque sea un cruce y tu tengas preferencia. El cani no necesita pelear por una plaza de parking porque para donde le sale de los cojones. Y si es posible y ve a alguno de sus ‘pimos’ se para en mitad de una calle como media hora aunque detrás haya una cola de kilómetros pitando, si eso se baja y se enfrenta a todos con aspavientos y toques de huevos. El cani en moto suele ir acompañado de dos paquetes, uno detrás casi colgando de la matricula y otro metido entre las piernas del conductor y la carcasa frontal de la scooter. Van haciendo eses o el caballito y gustan de ir por la acera y esquivando niños pequeños y ancianos en los parques. No llevan nunca casco por sus cabezas no están preparadas para soportar esa presión. Su blando cerebro reventaría dentro de su cráneo. Cuando ven a un policía o un guardia civil se les suelta la barriga y ponen cara de lo que son , tontos del culo, cuando les paran y les piden los papeles. Es entonces cuando vuelven a recordar que tienen padre.
Para acabar decir que para un cani, lo peor que hay es un pijo y para el pijo, un cani. Cosa extraña porque no suelen frecuentar los mismos nichos geológicos. Pero si lees y relees te das cuenta de cuanto en común tienen. Son las dos caras de la misma moneda. Los extremos que se tocan. Incultos gilipollas que no dan un palo al agua, escorias de la sociedad unos y miembros de una sociedad podrida los otros. Seres egoístas incapaces de pensar más que en ellos los unos y los otros. Tontos muy tontos que disfrutan siéndolo.

miércoles, 11 de agosto de 2010

que lo sepais

A los que me habeis puesto algún comentario, deciros que os leo y os agradezco no solo que me leais, sino que encima comenteis. A ti Pilar, a Morgana, a Pepe y a Manoleitor, y a los que me habeis contestado por correo.
Deciros que no he contestado en el mísmo comentario porque no se si luego lo leeriais. Así que aprovecho y os mando un saludo y un gracias.
Aprovecho para deciros que mis otros blogs, Histeria Universal y Blanco y Negro, siguen llenandose de contenido.

martes, 13 de julio de 2010

La Roja

Escribo aun con la emoción de la noche vivida. No ha sido la mejor noche de mi vida, no soy fanático futbolero, pero ha sido una de las más emocionantes.
Mi fútbol se reduce a cuando juega la Selección Española y a sufrir con el Atlético de Madrid, que pocas alegrías ha podido darme el jodio, y el resto de mis jaleadas deportivas pasan por la Selección de Baloncesto, la F1 de Alonso y las motos de Lorenzo y Pedrosa (como veis no soy partidista).
Habrá quien diga que eso no es ser seguidor de algo. Bueno ¿Y a mí que me importa? Soy como esos millones de españoles que estando como estamos acostumbrados a tener pocas alegrías que celebrar nos desgañitamos cuando vemos a alguno de los nuestros sufriendo como cualquiera de nosotros lo hacemos en nuestra vida de gente común y corriente, y encima ganan.
Y entonces nos llena ese sentimiento de bien común, de que el trabajo duro tiene su recompensa, de que no todo es tan fácil como la vida de esos “grandes hermanos” o esa Esteban que está donde está por enseñárselo a un torero. Que para llegar a conseguir algo hay que ganárselo. Y nos dan a todos una esperanza, un aliento y un consuelo. Nos hace creer que todo se puede arreglar. Que la crisis no es tan crisis. Vemos como gente que ha nacido en un pueblo, hijo de un carnicero o el de la casa de la esquina, vuelve como un héroe. Que aquí no hay más títulos que los que traen colgados del cuello o entre las manos. Que no es necesario ser hijo de tal o de cual y que hasta un rey se hace una foto con ellos para tenerla de recuerdo. El autentico triunfo de los currantes, de los nobles de espíritu, de la gente normal.
Y no me resistí a gritarle al arbitro del partido con Paraguay que nos hizo repetir el penalti o perder la voz y la garganta cuando Inhiesta, después de 93 minutos de interminable partido y casi media hora de prorroga, sufriendo como solo sabemos sufrir los españoles, metió ese gol en el último minuto como solemos hacer los españoles.
Los fachas, cabreados como siempre, dicen que a qué viene ese ondear de banderas españolas ahora solo por el mundial cuando deberíamos estar con ellas hasta de sabana de cama. Ellos que van a cagar con la bandera, ellos que la llevan hasta tatuada en el culo, ellos que han hecho a su sombra las mayores atrocidades, que nos la hicieron tragar con su águila y su himno inventado, que nos hicieron odiarla porque significaba todo lo que despreciábamos, sus brazos en alto, sus bigotitos de lápiz, sus pelos engominados. Nos hicieron pasar, a la mitad de los españoles, por debajo de ella y besarla por cojones, no porque queríamos, diciéndonos que debíamos morir por ella a golpes en la culata y gritos de ‘patria y deber’.
Es mi bandera y la saco cuando me sale de los cojones señores del PP, la tendré en mi balcón el tiempo que me salga de los mismos cojones, amargados perdedores, pesimistas agoreros ¿Quién os dio la exclusiva de usar esos colores a vuestro antojo y privarnos a los demás de usarlos cuando queramos? Que sepa el que pone los pies sobre la mesa de Bush y habla con acento tejano y catalán en la intimidad, que no se dice ‘Eshhhhpaña’, que se dice España. Y que somos españoles no porque vosotros nos lo digáis o nos lo permitáis, sino porque nos da la gana. Cuando gana ‘la roja’ y cuando no. La Roja sí, porque viste de rojo, sin que signifique un color político panda de idiotas.

Tampoco me avergonzaré de ponerla ante los nacionalistas, sean de la ‘nacionalidad’ que sean o quieran ser. Porque al final está demostrado que por encima de banderas, ikurriñas, senyeras o pendones, lo mismo nos da un gazpacho que una paella, un polbo a feira que un pa amb tomaquet. Cuando gana un tenista, un motociclista, la selección de fútbol o baloncesto, la de waterpolo o la de petanca, cuando un español hace algo fuera y gana algo en nuestro nombre no nos preguntamos su ideal político o su comunidad autónoma. Gana España y lo celebramos por todo lo alto. Y salimos a la calle como si hubiésemos ganado cada uno de nosotros. Porque somos así cuando vamos juntos por algo. Todos a una como Fuenteovejuna. Y al que le haya dado coraje de que hayamos ganado que le den por culo, y si ha nacido en España, más todavía.
Viva la roja, viva España, los españoles y la madre que nos parió.

sábado, 10 de julio de 2010

El mundo está lleno de “Hijos de la gran puta”

Hola amiguitos.
En un post del 25 de enero del corriente, argumentaba que el mundo estaba llenito de gilipollas. Me equivoqué.
El mundo lo que tiene es una inmensa cantidad de hijos de la grandísima puta (donde pone hijo en lo sucesivo se hace extenso a los dos géneros, es decir a esas hijas de puta que nos rodean, porque me niego a usar la @ mas que para una dirección e-mail).
Células cancerigenas de la Humanidad. Como los virus, infectan la sociedad y no sacan beneficio alguno mas que eso, extenderse como una plaga y acabar con las células sanas.
Yo la verdad, si viera en ellos algún interés en hacer daño para mejorar ellos, para enriquecerse o simplemente para alcanzar un peldaño más alto en sus indignas vidas, seguirían repugnándome pero al menos tendrían un sentido en lo que hacen. Las moscas dan por culo pero al menos sirven para algo. Pero es que no... putean por placer.
Y sé que los que lean esto, (si alguien lo lee) no le alcanzarán dedos en las manos y los pies para contar hijoputadas de esta ruina que nos rodea y apesta. (termino creado por Clint Eastwood, el héroe antihijosdelagranputa por antonomasia, en “El Sargento de Hierro”)
Y hay sabandijas de estas de todas las categorías. Desde los gusanos individuales y privados que arrastran sus babas desde la casa de al lado o en la mesa junto a la nuestra en la oficina o los públicos y desconocidos que sufrimos en el bar, el restaurante o la cola del banco. Los hay también profesionales hijos de la grandísima puta que se dedican, desde medios de comunicación, prensa amarilla, rosa o del color de la misma mierda que vomitan, a envenenar el aire. Hay, como no, sanguijuelas vocacionales que hacen de esto un modo de vida retorcido y perverso. Que no viven para otra cosa vamos, porque no son nada y así son algo... hijos de la gran puta, pero algo son.
El hijo de la gran puta nace, no se hace. Por muchas cabronadas y putadas que nos hagan, si no has nacido hijo de la gran puta, por mucho que te esfuerces en serlo para, por ejemplo vengarte, no conseguirás mas que ser un cabroncete. Un buen hijo de puta lo trae en los genes. Lo va demostrando desde chiquitito. Los puedes ver en la guardería o en el parque infantil ejerciendo su misión. Donde los demás niños juegan, se divierten y porqué no, se pelean a veces (para eso son crueles y amorales, ya tendrán tiempo de tener que vivir bajo normas), ellos se dedican a deambular entre los otros crios desbaratándoles los juegos, quitándoles el cochecito, tirándoles arena o simplemente empujándolos y dando por culo. ¿Qué fin buscan? Ninguno, solo dar por culo. Llevan en su interior la semilla, la llama que algún día les hará ser unos auténticos anormales hijos de su puta madre. ¿Qué hacen sus madres y padres mientras? Pasan de todo. Se hacen los longuis en el mejor de los casos. Les ríen las gracias sencillamente porque ellos son así de hijos de puta o los alientan y defienden porque sí, un hijo de puta defiende a otro al ser de su misma clase. Conviene hacer un alto en este punto para sentar otra base. Los hijos de la gran puta se defienden y cuidan entre ellos. Son como una tribu, un clan o una manada. Necesitan extender su toxina y por eso entre ellos no se suelen atacar. Quizás cuando solo haya hijos de puta en el mundo empiecen a comerse entre ellos. Por lo pronto defienden a sus cachorros y se unen en bandas, familias y colegas.
El hijo de puta se mantiene seguro gracias al miedo que infunde a su alrededor. Si alguien nos está puteando, no esperemos recibir ayuda de la gente que nos rodea. Seguramente nos dirán que sí, que menuda putada, que valiente hijo de puta, que deberíamos hacer algo, pero... nadie va a mover un dedo para devolverle la pelota al hijo de puta. ¿Y porqué? Sencillamente instinto de conservación. ¿Quién en su sano juicio se expondrá a caer en las garras de un hijo de puta que puede amargarnos la vida? Y gratuitamente.
De esa manera se mueven impunes con todo descaro delante de sus victimas sabiendo que no habrá quien les defienda.
Otra cualidad que suelen desarrollar es el cinismo. Llegar a hacer creer que son ellos los inocentes y los puteados. Suelen usar frases del tipo ‘es que la tiene tomada conmigo’ o ‘me quiere joder la vida y por eso me acusa’.
¿Qué puede mover al hijo de puta a fijar su punto de mira en alguien? Normalmente es la envidia. El hijo de puta es envidioso por naturaleza. Lo lleva impreso en su genética. Quizás los primeros hijos de puta simplemente fueron simples envidiosos que para eliminar la tensión acumulada puteaban al envidiado y así se sentían vengados en su interior.
¿Es el envidiado/puteado culpable en alguna medida de esa tensión hacia el hijo de puta? La mayoría de las veces no. El hijo de puta suele envidiar hasta las desgracias ajenas. La popularidad, la felicidad, la buena suerte o la ausencia de maldad así como la plenitud en cuanto a necesidades suelen despertar la envida del hijo de puta. Paradójicamente los hijos de puta se creen ellos mismos tocados por la suerte, los más populares, buenos y sin necesidades. ¿Entonces porqué si ellos mismos se creen tan maravillosos no soportan que haya otros que también lo sean? La pregunta se contesta sola, porque son unos hijos de la gran puta.
¿Qué podemos hacer ante estos? De primeras, nada. Lo siento si esperabas una formula magistral. La vida es en sí una hija de puta la mayoría de las veces por lo que defiende a los iguales. Pero nos queda una esperanza y es que la vida es una gran hija de puta y nos pone a todos en su lugar correspondiente con el tiempo. La naturaleza es sabia y si la vida no es igualitaria para todos al final todos vamos a ir al mismo agujero al menos. La venganza es un plato que hay que tomárselo bien frío, y ahí es donde entra esto que os decía antes, el tiempo va dejando solos a estos hijos de puta que poco a poco van desenmascarándose. Los hijos de puta no tienen escrúpulos ni freno y por eso putean hasta a quien les ríen o les respetan. Eso claro está pasa factura y terminan solos y amargados. Normalmente el hijo de puta cuenta con una larga vida de soledad. Una amarga soledad.
Que la disfrutes hijo de la gran puta. Tú también, hija de puta.
Que a gusto me he quedao.

miércoles, 2 de junio de 2010

Cabronadas y pamplinas

Con los años uno se va haciendo a todo, aunque la verdad, el Ser Humano no deja de sorprenderme. Casi siempre negativamente. Me niego a pensar que el hombre sea malo por naturaleza, pero que difícil es no caer en la tentación de creer que la buena gente es un accidente. Será porque esos están ocultos por esa cantidad de hijos de puta supinos que como satélites giran en torno a nosotros diariamente. Entre esos satélites y los que viven sobre la tierra intentando no putear a nadie y dormir tranquilos por las noches hay un enjambre de gilipollas integrales que se dedican, como si de borrascas se trataran, de hacernos llover una cantidad de idioteces que, a menos que lleves un buen paraguas de paciencia, te salpican y empapan hasta hacerte pararte y cagarte en todo y en todos. Y entre cabronadas y pamplinas vamos sorteando los charcos y el fango de sus babosas intenciones.
De cabronadas.
La maestra indiscutible, porque lleva siglos de experiencia, es la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Al fin salen a la luz pública y de manera masiva la cantidad de abusos y violaciones de niños y mujeres de estos guardianes de la moral privada. Mucha gente lo decía en los corrillos de tertulia y plaza pública, pero con la boquita chica y tapándosela con la mano. Una especie de teoría de la conspiración contra la Iglesia. Echarle basura encima a una institución que mucha gente odiaba y a la vez temía por el poder sobre la vida, la muerte y después de la muerte que tenia durante el pasado.
Eso decían, que eran mentiras comunes, leyendas urbanas, algo que todos decían pero que nadie conocía de primera mano. Claro quién iba decir en voz alta: “ A mí me tocaba Don Pascual” o “El padre Felipe me ha hecho una barriga”. El linchamiento público habría sido inmediato y el tiempo que iba a tardar el valiente en dar con sus huesos en la cárcel por una u otra razón, verdadera o inventada, sería el justo para que la pareja de la Benemérita le fuese a visitar.
Pero ha llegado el día en que se ha destapado a toda la caterva de fariseos que, como dijo el propio Jesucristo son sepulcros blanqueados por el sol. Blancos y limpios por fuera, pero por dentro llenos de podredumbre.
Aquellos que amparados por el miedo de sus víctimas, la autoridad de sus personas y el poder de su institución, han destrozado los cuerpos y las vidas de miles de niños en internados, campamentos y sacristías. Ahora el Santo Padre dice pedir perdón. Bonitas palabras para pasar página sobre un delito tipificado por todas las democracias mundiales. Quizás trata con eso de que, soportando sobre sus espaldas el peso de la culpa, libere al resto de su jerarquía de tener que pedir perdón y pagar por los crímenes que han cometido. Las víctimas se quejan y con razón de no ver en esas palabras ni arrepentimiento ni una mano dura que corte las ramas podridas de ese árbol moribundo que es la iglesia católica. El mes pasado en una carta pastoral a la iglesia irlandesa, Ratzinger ha dado un “rapapolvo” ligero sobre el asunto. A partir de ahí surgen más y más denuncias, y las que vendrán. ¿Y a dónde van esos pederastas violadores indeseables? A otra diócesis donde no se les conozca. Esa es la justicia del Vaticano. Repudio no, encubrimiento.
No es que sea menor el delito en un seglar pero... en aquellos que se suponen los guardianes de la moral de sus adeptos, aquellos que les juzgan y condenan tanto en la vida como en la eternidad por cuestiones similares, tienen además el agravante de alevosía. En fin, que las noches en los colegios religiosos y seminarios sean plácidas y no películas de terror.
De Pamplinas
La verdad es que ya estoy hartito de vivir en esta burbuja de lo políticamente correcto y del Homo Eufemisticum.
Desde que a las personas de raza negra dejamos de llamarles “negros” por “de color” (vamos que los blancos no son blancos sino transparentes), digo yo, a los chinos había que llamarles “de color” especificando “de color amarillo” o a los beréberes “de color canela” o a los blancos deberían llamarnos “de color vainilla” o “rosado” o “de color canela claro” si son muy morenos. Habría que especificar el tono de color y así tendríamos a personas de color negro tirando a marrón o negro tirando a marrón claro. Tampoco se puede decir que “la cosa está negra” o “ha sido una semana negra” por que a algunos idiotas se le ocurre que puede insultar a algún colectivo que, por cierto ya no son negros sino de color.
También quieren quitar de nuestro léxico las inoportunas frases consideradas xenófobas o racistas como “engañar como a un chino” (que digo yo que conociendo a los chinos cualquiera los engaña) o “trabajar como un negro” (eso es lo que quisieran la mayoría que deambula sin rumbo por nuestras calles, trabajar), bueno son frases ya anacrónicas que también se pueden cambiar por “engañar como a un niño” (conociendo a los niños cualquiera los engaña) o “trabajar como un obrero” (eso es lo que quisieran la mayoría que deambula sin rumbo por nuestras calles, trabajar).
Sin embargo sí queda bien si los propios “de color” de autodenominan “Black Power” (poder negro, sí, no “poder de color” que es como ahora les llamamos) y lo mas gracioso es eso mismo, que a los que nosotros tememos llamar “negros” les importa un pepino eso del nombrecito.
Quitar algún escudo heráldico de alguna Comunidad Autónoma por llevar cabezas de moro, al considerarlos insultantes hacia una comunidad concreta. Vamos es como si sacásemos de su tumba a Colón (ahora que sabemos donde está) o a Isabel la Católica por los 400 años de conquista, y los tirásemos a una escombrera. Rizar el rizo, o ser mas papista que el Papa.
¡Cuanta pamplina señores!
Y ya con las tonterías sobre la igualdad y la paridad es que me tiro al suelo y pido un taconeo en mis lomos.
Y no es que esté en contra de la igualdad, ojo. Estoy en contra de la tontería y el hacer por hacer. Por que se note que se hace algo aunque no valga para nada.
Mira que soy de izquierdas. Mira que apoyo al gobierno del PSOE porque prefiero mil veces las tonterías , pamplinas y “ahorasís ahoranos” de Zapatero que un día bajo el gobierno de la fachorrada PePeista. Pero es que me puede.
Pase que Miliki tuviera que cambiar la canción de “Los dias de la semana” porque sonaba mal aquello de:
Þ Lunes antes de almorzar una niña fue a jugar pero no pudo jugar porque tenia que planchar. Asi planchaba... (letra completa)
Pero es que la han cambiado tanto por esta pamplina de la ley de igualdad que ahora suena así:
Þ Lunes antes de almorzar un marido fue a correr pero no pudo correr porque tenia que planchar. Asi planchaba... (letra completa)
Y así ese marido sigue sin poder hacer todo lo que le apetecia hacer porque tenia que hacer de todo en casa. Y no digo yo que esté mal que haga, pero ¿podria acompañarle la esposa tambien no? O al menos un dia uno y otro dia la otra. Mientras ¿qué hacia la mujer? Ver “Salvame” quizás. Pues vaya mierda de ley de igualdad, ¿Igualdad para quién?
La señorita Ministra de Igualdad, Bibiana Aido, (que yo me pregunto porqué no le han bautizado Ministerio de la Mujer que es un nombre más acertado, porque en ningún momento se pide nada para los hombres, que somos según dicen iguales), la Srta. Ministra como digo, se tiene que pasar el dia como los abogados de la SGAE (espero que no me cobren por usar su santo nombre) revisando canciones y cosas por el estilo. Lo último ha sido apoteosico cuando ha hablado de modernizar los cuentos infantiles, el de la Cenicienta por ejemplo, por sexistas. Es como si revisasemos los clásicos y los rescribiésemos. En La Iliada de Homero, (se cree que Homero era mujer) Páris seria seducido y secuestrado por Helena y Aquiles seria en realidad una mujer que luchando por los derechos de sus iguales querria destruir Troya, antro de machistas ojijuntos y barbaros.
Si estudiamos el cuento de Cenicienta tenemos que tener en cuenta algunas cosas (todos conocemos su argumento, y si no, al videoclub). Lo primero es que solo conocemos, me refiero al público general, las dos versiones más recientes de este cuento, las de Perrault y los hermanos Grimm, de 1697 la primera y de 1812 la segunda, que varian solo en algunos mínimos detalles. Curiosamente esta historia se conoce por muchos nombres en paises y culturas muy alejadas tanto en distancia como en el tiempo siendo su versión más antigua la egipcia “Rhodopis” del siglo 6º a.C. y la más exótica la china “Yen sen” algo posterior. Incluso los indios de Norteamérica tienen una Cenicienta. Todos los cuentos tienen una enseñanza. En la Cenicienta en todas sus versiones es el triunfo de la bondad, la perseverancia y el trabajo honrado sobre las adversidades que nos sortean y que al final dan su fruto. Vamos lo que viene a decirnos que hay que seguir siendo buena gente por mucho hijo de puta que venga a jodernos el dia porque al final tendremos una recompensa (yo no lo creo pero bueno, como ya hay muchos hijos de puta en el mundo y a mi me gusta ser exclusivo, no tengo más remedio que joderme).
Pues bien, la señorita Aido y su gabinete de Censores New Generation solo se ha fijado en que la pobre muchacha trabajaba en casa como una esclava y que, según el gabinete después de sesudas investigaciones, su unica misión en la vida es encontrar un buen marido, osease el Principe, que la quite de trabajar.
Vayamos por partes, como dice Jack el Destripador:
1. Cenicienta trabajaba en “su” casa. Que digo yo que si no se tiene para servicio domestico, el polvo lo tiene que quitar una en su propia casa.
2. Quien mandaba a trabajar como esclava a Cenicienta era su puñetera madrastra. No era un padre machista y maltratador. Y las que se reian de ella no eran unos hermanastros abusones y acomodados, eran dos tiparracas con bucles y volantes.
3. Si el trabajar hasta que un principe te saque de allí y te haga pegarte la gran vida (ojalá yo encontrara una “principa” que me quitara de levantarme a las 6’30 y me tuviera en una hamaca en un chalet en Sotogrande) ¿porque cojones va a besarle la mano a Leticia Ortiz (perdón, Su Alteza Real la Princesa de Asturias) por haber hecho lo propio?
“Éngaya ome”.
Y no voy a hablar de la pamplina de tener que decir: trabajadoras y trabajadores, madres y padres, compañeras y compañeros (ojo que no se te olvide poner delante en femenino por si acaso)en cada mitin o en cada discurso o en cada boletín. Y si no, la socorrida @ que es lo mismo: trabajador@s , compañer@s , amig@s y gilipoll@s integrales que los hay en los dos sexos.
A mí que soy del E.G.B. de finales de los 70’s y primeros de los 80’s me enseñaron que cuando en castellano se escribe un plural en el que hay al menos un sujeto o sustantivo de genero masculino, se escribe genéricamente en masculino. Porque el lenguaje tiende siempre a simplificar y no a redundar. Porque los señores y señoras (señor@s) catedráticos y catedráticas (catedrátic@s), perdón, los puse al reves (es mi poso machista) no han tenido a bien el cambiar la regla por que no constituye ningun menosprecio ni insulto al sexo o genero femenino.
Tampoco para terminar voy a hablar de la rebuscada “paridad”. Sí, eso de que si en un lugar de trabajo, al menos en lo público, tiene que haber el mismo número de hombres que de mujeres. Otra pamplina más de mi querido gobierno socialista (seguiré votandolos mientras exista la derecha en este pais).
Esto quiere decir que si hay 6 plazas y se presentan hombres y mujeres a un puesto de funcionario, quedarán fuera todos los hombres menos 3 por muy preparados y por muy superiormente cualificados que se encuentren sobre la mejor de ellas por que ha de haber paridad. ¿Es igualdad eso? Yo personalmente no lo veo, porque ante un concurso-oposición no se deberia mirar el sexo del participante ¿O sí señorita Ministra Aido? Tal vez usted esté de Ministra en base a esa paridad porque habia que rellenar los ministerios con una mujer , tuviera la capacidad que tuviera y la siguiente en la lista era Su Ilustrisima.
Ay, cuanta cabronada y cuanta pamplina.
Esto merecerá seguro una segunda parte.