lunes, 25 de enero de 2010

El mundo está lleno de gilipollas

¿Lleno? Es que no se cabe vamos.

Hoy he estado de compras en "Mercadona". Para comprar los "mandaos". No voy a comentar la de cámbios que hacen en la ubicación de los productos porque sé que es marketing y está hecho para que no nos acostumbremos a ir directos a lo que nos hace falta y nos demos un "voltio" por el "super" y así nos llevemos de paso lo que no habiamos ido a comprar.

Pues eso, que ya estabamos en la cola con el carro casi lleno y se nos pone detrás un matrimonio madurito con su carrito. Cuando ya estabamos colocando las cosas en la cinta me acordé de que me faltaba por comprar piña en almibar. Me da mucha rabia el que me dejen en la cinta a punto de pagar y se vayan a por el último producto que se ha olvidado, pero como sabia donde estaba exactamente y estaba a dos zancadas, me ofrecí a ir en un salto.

En el interin se acercó por lo visto un chaval y pidió amablemente que si le podia dejar pasar por que llevaba solo una bandejita de carne de pollo. Mi mujer y yo siempre solemos dejar pasar a los que "solo llevan una cosita", a veces hasta incluso a los que por corte se quedan ahí con cara de perrito abandonado. Pues como es lógico: "Sí, claro pasa".

El fulano de detrás, por que en este momento dejó de ser un señor para convertirse en un fulano, se molestó. "Deberias haberme preguntado a mí si le dejabas pasar".
Mi mujer, siempre prudente, ni se molestó en contestarle. Y en esas llegué yo. El fulano estaba con cara de perro pachón y su rúbia y peinada esposa de labios rojos de brocha y collar de perlas nos miraba con la cara que ponia la Señorita Rottenmeyer cuando Heidi se arremangaba la falda y subia al sofa a hacer la cabra.

Me enteré de lo que habia pasado entre bolsa y bolsa, a susurros. Mientras metia la botella de Ribera del Duero, le eché una mirada asesina. Me gusta que se note que me caes como una patada en los cojones. Le decia a mi mujer que porqué esas cosas no pasan cuando estoy yo, sino que me pilla siempre como el perro del cazador, que saltaba la liebre y le pillaba cagando.

Esperaba la mínima reacción del individuo, es que ya de fulano se me habia puesto en "individuo mode", pero no. Aguantó el tio, porque era gilipollas pero no tonto. Con cazadora de cuero, dos argollas en las orejas, bigote y perilla, aunque no sobrepase el 67 del metro, el tio que vestia chaqueta de ante y pantalón de lana se pensaria que en algún sítio tenia que guardar una navaja.

Ya me pasaba cuando tenia el pelo hasta los hombros que hasta los gorrillas me cedian el paso. Pensarian que era un jefe de la mafia gorrillera.

En estas que llegó un hombrecillo con un cartón de huevos. Se habia equivocado en la talla o algo, lo cierto es que los iba a devolver. La cajera amablemnete le dijo que entrara y los dejara en su lugar y que mientras le haria la devolución. Mientras, nosotros ya recogiamos la última bolsa y recogiamos el ticket, la chica dijo que esperasen un segundo que hacia la devolución y enseguida estaria con ellos. El individuo, convertido en gilipollas oficialmente, se molestó de nuevo y puso una cara de "joer con la plebe, que subiditos están". Dio un resoplido y se limitó a decir: "Bueno, está bien, lo que tu digas". Se notaba el sarcasmo.

Salió el de los huevos, de gallina, y la señorita le dijo que pidiera permiso al gilipollas por que ella solo podia hacerle la devolución pero el permiso se lo tenia que dar el "señor".

Les dejé allí, la chica cobrando, el hombre de los huevos mirando al gilipollas y el gilipollas haciendo como que aquello no iba con él y de porqué le preguntaban tonterias. Se cerró el ascensor y mirando a mi mujer dije... "Gilipollas". El chico que bajaba con nosotros para reponer carros sentenció: "Algunos vienen a desahogarse al super lo que se tragan en casa".

Homo Sapiens vs Tontus Gilipollas. Gana el Gilipollas por que son mayoria.

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