viernes, 1 de enero de 2010

Y llegó el 2010

Llegó como todos los años llegan, con sus campanadas, su cava fresquito y sus deseos de de paz y amor para la humanidad. Mira yo me conformo con que sea como el 2009 para mí. Por suerte la crisis no conoce donde vivo y que siga así.
Ya lo pasé bastante mal cuando en 2004 decían que nos cerraban la empresa.
¿Qué espero de este año?
Joder, no me quiero repetir pero, con que se repita el 2009 estaría bien.
Para el resto de seres vivos, bueno, lo de siempre más paz y menos dar por saco a la gente.
Sí, hay gente que disfruta dando por saco (por no decir por culo) a los demás aun cuando en ello no le vaya nada. Un ejemplo, esa gente que pide que se derriben las casas construidas irregularmente en Chiclana. ¿Es envidia, maldad o simplemente aburrimiento y ganas de joder? Creo que algunos lo tienen todo.
Con lo fácil que es vivir sin meterte en lo que hace el de al lado. Juro que lo he probado y se vive del carajo.
Te acuestas por la noche y... duermes. Sí, a veces eso es la prueba de la tranquilidad de tu espíritu. Yo duermo como un bebé.
A alguno le parecerá egocentrismo o incluso egoísmo, pero lo cierto es que a mi me importa muy poco lo que hagan u ocurra al otro lado de la puerta de mi casa.
Mi abuelo decía que la familia es la que duerme bajo tu techo. Que la única preocupación de un hombre debe ser que cuando de noche cierre la puerta de su casa estén todos acostaditos en sus camas.
No es que no me importen las desgrácias ajenas, lo que pasa es que no las disfruto como otra gente hace, ni me regodeo en la suerte de que no me está pasando a mí como hacen otros. Ayudo si puedo y si no, lo mejor es hacerse a un lado y dejar que lleguen los que sí puedan ayudar.

Y eso, que Feliz 2010 a todos.

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