viernes, 27 de abril de 2012

El Ministro de Interior no quiere ni manifestaciones violentas ni pacíficas

España, entre vacas muertas y elefantes cazados.

En la misma semana en que se reúne el Consejo de Ministros para dar otro recorte al “Estado de Bienestar” español, dos noticias acaparan el 100% de la opinión pública del país: El accidente en una cacería de elefantes en Botswana sufrido por el monarca español y la renacionalización de la petrolera argentina YPF.



Ya es conocida por toda España, y parte del extranjero, la noticia de que nuestro Rey se partió la cadera cuando correteaba tras las huellas de un elefante en un país sudafricano, o al menos esa es la noticia que ha trascendido a la opinión pública.

La prensa y los mentideros se desgañitan en la controversia sobre si es lícito, o no, la afición del monarca a cazar animales salvajes en África, y sobre si en época de crisis está bien que se vaya a gastarse 20 mil euros en pegarle un tiro a un paquidermo.

Y no es el tema, a mi modo de ver.

En esa zona de África existe una pobreza extrema y sin embargo a su lado están los Resort más caros y lujosos del mundo. Han salido a la palestra las voces de los críticos de este turismo de superlujo rodeado de miseria. Olvidamos que cuando vamos con nuestro pequeño sueldo a la Riviera Maya o a Isla Margarita estamos haciendo lo mismo. Nos llevan a un hotel con todo incluido donde entre masaje y masaje, entre baño de sol y baño de coral, entre batida de coco y daiquiri, olvidamos que a unos metros de esa playa paradisíaca hay miles de personas que viven en la pobreza. Que el mismo estado que nos recibe con alfombra roja y collares de flores, es un estado corrupto que ampara mafias policiales y carteles de la droga que se acribillan a balazos a unos metros de nuestros hoteles. Que eso que oímos cada noche no son fuegos artificiales sino dos bandas que arreglan sus diferencias en un barrio de alguna ciudad de Venezuela o México.

Y sin ir más lejos, esos centroeuropeos jubilados que se vienen a tomar el sol a Andalucía con todo lujo mientras fuera de sus complejos residenciales con piscina y campo de golf, los andaluces no saben como van a pasar el resto del año en la zona más pobre de Europa occidental.

Pero un grupo de negritos corriendo tras un jeep da más pena al hombre blanco, en su idea de lo políticamente correcto, que un grupo de andaluces en la cola del INEM.



El lugar donde el vilipendiado monarca se ha ido a cazar es una reserva de caza mayor y salvaje. No se ha ido a matar elefantes como un furtivo. El elefante convive en esta reserva con muchas aldeas humanas cuya economía es de subsistencia. Cuando en España un lobo o un oso se come una oveja o una vaca, al ganadero o pastor se le indemniza con una cantidad de euros. Según la FAO, el costo anual por agricultor por destrozo de sus cultivos por elefantes es de 60 $ en Uganda hasta los 510 $ en Camerún. Alguno dirá que 60 $ es una miseria, que se lo pregunte a un agricultor ugandés cuando su país es de los más pobres del mundo.

Los elefantes, u otros grandes animales de una reserva de caza, no se cazan al libre albedrío, faltaría más. Como en los cotos de caza españoles, las piezas se eligen con sumo cuidado, entre los más viejos, los más problemáticos, los enfermos, etc. Nadie se pregunta sobre la necesidad, o no, de cazar jabalíes o ciervos en un coto.



No soy cazador, ni aficionado, ni nunca disparé a un animal y me considero incapaz de hacerlo. No obstante me remito a contar lo que sucede en esa y otras partes del mundo donde existe una población perfectamente controlada de los animales autóctonos y la vida salvaje. Vámonos a por el elefante. El elefante es su propio enemigo en su ecosistema. Destruye la vegetación de la que se alimenta y necesita grandes espacios donde vivir. Lamentablemente existen muy pocas zonas donde puedan vivir libremente debido a su caza furtiva e indiscriminada. Estas reservas forestales de vida salvaje son mantenidas en su mayoría con fondos privados y con fondos estatales de países endeudados y pobres. La mayoría de estas reservas se financian gracias a los organismos internacionales de protección de la fauna y de los espacios naturales como ADENA y WWF, de organizaciones privadas como la National Geographic Society y en parte gracias a estas otras reservas de caza que organizan safaris en lugares controlados.

Por desgracia esto es así, y la muerte de un elefante ayuda a que puedan vivir libremente otros muchos. Así mismo reporta a los habitantes de la zona muchos recursos. Carne, trabajo y unas mínimas condiciones hacen que la figura del elefante, el búfalo o el rinoceronte sean consideradas ahora por los habitantes del lugar no como las de matahombres o destroza-cosechas, sino como fuente de riqueza y respeto.

Seria ideal que todos los animalitos vivieran en libertad (también nuestros perros, gatos y canarios. Y hasta esa tortuguita o pececito que los amantes de la naturaleza y defensores de los animales tenemos metidos en su jaula, su pecera o encerrados 15 horas en un piso de 60 m2).

Curiosamente es desde las filas conservadoras desde donde más se ha atacado a la figura del rey por esta razón. No seria nada nuevo que un partido de izquierda pida la abdicación y la III República por sistema. Lo raro es que venga desde los que se despellejarán las manos aplaudiendo en la Maestranza en la feria de Sevilla y que no dirán una palabra ni gastarán una gota de tinta en los festejos populares veraniegos que se avecinan, donde se maltratan toros y algún que otro bicho. Esos mismos que se rasgan las vestiduras cuando el Parlament de Catalunya decide prohibir las corridas de toros en su comunidad (hecho particularmente político y electoralista, a la par que nacionalista e hipócrita, ya que si bien prohíben una fiesta por la bárbara costumbre de maltratar y asesinar a un animal por simple diversión, no dicen nada de otros festejos similares como los “bous al carrer”. En el fondo nadie duda de que las corridas de toros se hayan prohibido por ser emblemáticas de un españolismo o nacionalismo españolista contrapuesto al nacionalismo catalanista. Es como si prohibieran la bandera española por que la combinación de colores rojo y amarillo daña la vista cuando se miran directamente iluminados al solo y dejaran la “senyera” catalana con los mismos colores multiplicados por dos. De Berlanga vamos).

Aducirán que los toros no sufren más que unos minutos a cambio de una vida plena y libre (como los elefantes de Botswana), que si se les matara no existirían (como los elefantes de Botswana), que gracias a ese mundo taurino existen grandes zonas vírgenes donde viven además otros animales y son una reserva de la Biosfera (vaya, como en Botswana).

En fin, que si no se puede tener un mundo perfecto e idílico, al menos que esté regulado.

Por lo tanto, que el monarca cace patos en La Mancha o elefantes en Botswana, es una cosa que a unos le puede gustar o no, pero que no debe ser una cuestión de estado.



La otra cuestión es que se haya gastado 20 mil euros en meterle un cartucho entre los ojos a un elefante. Pues si como dicen, fue invitado, nada que comentar. Si lo ha pagado de su bolsillo, ni mú, ya que es su dinero y se lo gasta en lo que quiere, como todo hijo de vecino (faltaría más) ¿Qué hay gente que no se lo puede permitir? pues claro ¿Qué hay gente que no se puede comprar ni un cuarto de kilo de pollo? para eso está el Señor Rajoy, para dar trabajo a los 5 millones de parados, y para que no nos lo quiten al resto. Que para eso le han votado ¿no? Que si Zapatero fue la bestia negra del empleo durante los últimos años, Rajoy enarboló la bandera del “pleno empleo” durante las elecciones Generales y ahora es hora de ir pidiéndole frutos.

¿Qué el dinero de la Casa Real sale de la cartera de todos los españolitos? Y el del Gobierno, y el de los señores diputados, y el de los señores asesores y adjuntos, y el de los señores diputados europeos, y el de los señores consejeros y diputados autonómicos, y el de los señores alcaldes y concejales, y el de los simples funcionarios, y el de los señores militares, y el de los señores diplomáticos, y el de tantos y tantos etcéteras… como mi caso. Y si cumplen su función y cobran el sueldo que se les ha asignado, pues que se lo gasten dónde y cómo quieran.



Distinto problema es el del señorito Duque de Palma, el “Urdanmangarín”, que se ha llevado dinero a espuertas por decir “soy yerno de…” y al que hay que exigir un juicio justo, pero con una sentencia ejemplar si resulta ser condenado.



El verdadero problema en la cuestión del “Caso del elefante” es otro. Pasemos que un abuelo esté de caza mientras su nieto de 13 años se pega un tiro en el pie porque su padre le presta una escopeta cargada sin tener aun la edad para usarla, y que ni venga a verlo. Pero ¿que un Jefe de Estado esté en un evento privado mientras España se juega los cuartos en la pista europea? Al borde de la intervención del país. Con un conflicto interno entre Gobierno-Sindicatos-Oposición y el propio pueblo español. Y con el agravante de una crisis internacional por el problema de la expropiación de YPF por el Estado argentino. Eso es lo grave. Que encima haya puesto en riesgo su vida, que nos pertenece a todos y la pagamos y arreglamos todos: monárquicos, republicanos, juancarlistas y nacionalistas. Hasta los del atleti.

Juan Carlos, no has estado a la altura y se te nota ya la edad. ¿Que te quieres ir de farra con tu colega y hacer lo que cualquier jubilado, eso sí, “jubilado de alto standing”? Abdica y nada… a disfrutar de la vejez lo que te de el cuerpo o lo que tardes es escamocharte otra vez.



Pero mientras seas Rey, mientras seas Jefe del Estado, y nos representes a todos y nos pertenezcas a todos… aguántate un poquito.



¿Y de la vaca muerta qué?



La imagen pública de la guapa señora Kirchner, estaba de capa caída desde que ni se presentó cuando el accidente del tren de Buenos Aires.

La compañía que lleva la concesión de los ferrocarriles metropolitanos bonaerenses o “subte”, es TBA, que se hizo cargo de varias líneas en 1995.

 Desde 2001, las denuncias por la precariedad del servicio se agravaron. Trenes sucios, viejos, sin vigilancia alguna. Donde viajar es toda una odisea. Droga, alcohol y robos se producen a plena luz del día. Sin contar con las malas condiciones de los coches y su falta de mantenimiento que han llevado desde 2005 a una serie de accidentes que aun siguen investigándose. Sospechosamente la Auditoría General de la Nación, una entidad que fiscaliza las actuaciones del gobierno argentino desde 1992, ya había hecho un informe sobre este tema que debe estar dando vueltas de mesa en mesa. El caso es que los principales accionistas de TBA son los hermanos Cirigliano, que son muy afines al gobierno, tanto del señor Kirchner (esposo de la actual presidenta, y presidente de Argentina entre 2003/07 y fallecido en 2010) como el de Cristina Fdez. de Kirchner (CFK). Al parecer, el clan Cirigliano reparte maletines entre los ministros de Transporte y asesores, como el que da caramelos en reyes. Los Cirigliano están muy presentes en los acuerdos financieros internacionales y nacionales de CFK.



La imagen de CFK ya venia muy desgastada por el paro agropecuario patronal de 2008, y se acrecentó tras el dicho desastre de la TBA.

Y entonces, el joven y seductor viceministro de economía Axel Kicillof, encandiló a la Señora Presidenta y le extendió el mundo a sus pies.

Resulta que la pérfida Repsol, “que no pasa ná pero que sepas que ser es”, había comprado YPF en 1992.



YPF era una petrolera que pertenecía al Estado argentino. Para afrontar las perdidas, el presidente Menem decide privatizarla. Repsol compra un 14% de la empresa y lanza una OPA (Oferta Pública de Acciones) para comprar el resto. En 1999, Repsol tenía la totalidad de YPF salvo la llamada Acción de Oro, una acción que se reserva el Estado para ejercer de árbitro en empresas privatizadas.

En 2008, el entonces presidente Néstor Kirchner, convence a Repsol de la necesidad de que haya un socio argentino en su compañía, que era en esos momentos la 8ª en el ranking petrolero. Les hace vender un 25% al banquero argentino Ernesto Eskenazi, y “ojaldatoseores”, sin que este pague un solo duro. Era el pago de Kichner a su amigo Eskenazi por financiarle la campaña electoral que lo llevó a Casa Rosada.

Eskenazi iría pagando poquito a poco. Con los dividendos que ganaran, pagarían el crédito. No se que ganaría Repsol con aquello o que huevo le tenía cogido el Señor Kirchner para que aceptasen aquello.

El trato incluía que Repsol repartiría el 90% de sus dividendos entre los accionistas. Resulta que día a día, año a año, Repsol saca cada vez menos petróleo de Argentina y cada vez invierte menos en las explotaciones que tiene en el país pampeño. Tanto es así que Argentina se desabastece de su propio gas y petróleo y tiene que comprárselo a Brasil. Y resulta que según parece Petrobras, de las principales competidoras de YPF en Argentina, compra petróleo a Repsol y lo revende al Estado argentino. Esto es considerado por argentina una traición a sus acuerdos y la principal culpa de la crisis energética del país. Y hasta ahí tienen razón. Repsol es una sangría para la energía argentina.

Repsol no es una monjita. Está considerada como una de las petroleras más denunciadas por contaminación, por destrozar el medio ambiente y por actuar contra los intereses de los pueblos indígenas donde se localizan sus explotaciones. Y encima es verdad que saca poco petróleo de Argentina y el que saca lo vende fuera, teniéndolo que importar los argentinos. Por si fuera poco, Repsol no invierte apenas en infraestructura en el país y guarda el dinero en las Caimán. Un angelito con nombre español, pero que de español ya no tiene nada.

¿Y aquí en España, qué hace Repsol? Subir el carburante, poco más.



De pronto, en 2010 la petrolera descubre en un lugar de Neuquén, en la Patagonia, un yacimiento inmenso en un lugar llamado “Vaca muerta”. No me quiero imaginar al primero que llegó a ese lugar, la impresión que le dio o lo que se encontró, para ponerle ese nombrecito. No dice exactamente cuanto petróleo y gas hay, pero las chirivitas de los ojos del Sr. Brufau eran demasiado evidentes. La realidad es que se supone que hay arcillas petrolificas en un área de 30 mil kilómetros cuadrados de las que YPF es dueña de 12 mil. En el momento en que dicen: “En Vaca Muerta hay petróleo”, comienzan a ser expropiadas tierras que tenían concedidas para su explotación en los tres territorios que comprende Vaca Muerta. La respuesta a las expropiaciones fue una bajada de su cotización en bolsa y un descenso de los dividendos de YPF.

La petrolera Exxon, la más grande del mundo y la mayor empresa por encima incluso de Apple Inc., recibe una llamada de Repsol para que le ayude como socia a explotar el yacimiento y es cuando se entera de lo que en verdad vale. Hay miles de millones de barriles (22.500 millones se especula) esperando ser sacados de la Vaca Muerta.

Exxon dice que lo va a pensar y en cuanto sale de la casa de Repsol se va con el chisme a la Kirchner, bueno a su guapo y ojiazules príncipe Kicillof.

El vicepresidente llama a su señora Presidenta y la convence (cosa sencilla ya que según sus propias palabras “la tiene hipnotizada”) de que debe nacionalizar la petrolera argentina por el bien de la patria y el sostenimiento del país contra el cáncer capitalista de bla, bla, bla… que en definitiva, agarra la oreja de la Vaca Muerta que aun tiene leche en las ubres.

Como en una película americana, el “intocable” Elliot Ness Kicillof, se persona en las oficinas de YPF y acompañado por la policía levanta a los malditos gángsters vestidos de Armani que parecen directivos pero en realidad son unos “gallegos boludos especuladores con la riqueza patria”. La Señora Kirchner argumenta, o más bien el joven Kicillof, en un discurso de los de siéntate que va para largo, que YPF no reinvierte en el país (cuando por acuerdo estaba obligada a repartir el 90% de lo que gana, para que así el señor Eskenazi pueda pagar lo que consiguió sin meter un solo duro gracias al Señor Kirchner en 2008, pero claro eso no sale en el discurso).

El señorito Kicillof se hace administrador de YPF, bueno del 51% en manos de inversores españoles, ya que el 49% restante está en manos de otros países que no tienen la crisis y la mala imagen económica de España. A esas no las toques Kicillof, sea que te saquen los colmillos y se te ponga crudo.

La parte de Eskenazi tampoco se toca claro, si aun no está pagada, no vamos a pagarle nosotros la broma.

Exxon viene, como a lo tonto, y dice que ella se propone como socia para sacar el petróleo. Exxon que ha pagado a 40 entidades religiosas, grupos de consumidores y medios de comunicación, más de 8 millones de $ para que prediquen que lo del cambio climático es una pamplina. Que seguro que el primo de Rajoy está en su nómina.

También se acusa a este angelito de enriquecerse con la guerra y posterior invasión de Irak. Sí, aquella guerra donde había armas de destrucción masiva que luego no había y que todos juraban y perjuraban que sí había, pero luego resultó que no había. Ésa, sí. Resulta que de los 35 mil millones $ que ganó en 2005 la compañía, 7 mil millones fueron gracias al aumento de precios del crudo por la situación en Irak. Exxon es la que ha estado controlando el precio del crudo en los últimos años y es la principal suministradora de combustible del Pentágono, lo que es lo mismo, yo te vendo gasolina baratita para tus tanques, aviones y portaaviones, y a cambio tu me das la explotación y el control de todo el petróleo iraquí en manos de esos sucios moros con bigote.

Imaginaos ahora con la vaca muerta en su poder.



CONSECUENCIAS

-          La Cámpora, una sociedad juvenil kirchnerista, que apoya las campañas de los Kirchner (obvio) y de la que salen los principales dirigentes de la administración de CFK, Kicillof entre ellos, se confirma como la principal apuesta política en Argentina.

-          El Presidente Rajoy y su corte, monta en cólera y apela al patrioterismo ibérico para luchar contra este enemigo que nos ha salido. Aun cuando Repsol es una empresa privada, que hace sus negocios privados, que cuenta con gran parte de su capital extranjero y que deja sus beneficios en cuentas de paraísos fiscales.

-          Kirchner es aclamada por su pueblo, por enfrentarse a una potencia extranjera capitalista y colonialista (España, ja ja ja) y retorna a su patria lo que corresponde. No importa que con esta acción esté cogiendo la espada por el filo. Que las empresas que están operando en Argentina comiencen a buscar nuevos países más “seguros” para sus intereses, visto que allí cuando se empieza a ganar dinero se lo apropian. Que las empresas se pensarán dos veces lo de invertir en Argentina. Y que el dinero que gane YPF será para los Eskenazi y demás inversores y el carburante les costará a los argentinos lo mismo (¿o es que se piensan que se lo van a regalar con la compra de un kilo de yerbamate?)

-          Rajoy restringe la importación de soja y biodiesel argentino sin pensar en que estará jodiendo al resto de empresas españolas que aun conservan sus oficinas y trabajos en el país. Pero que más da, se da un buen tijeretazo al resto de españoles y listos, total uno más.

-          Eskenazi se las va a ver y desear para poder seguir pagando la deuda por su participación en YPF, ya que el gobierno de CFK ha dicho que va a cambiar el modelo de reparto de dividendos para que se reinvierta en el país, con lo que los beneficios con que contaba el amigo Eskenazi bajarán ostensiblemente.

-          La vaca muerta la desangrarán pero bien, los de la zona no verán más que manchas de crudo en sus ríos y gasoductos por la Patagonia, pero qué más da, la bandera es la bandera.

-          Kicillof se ha cubierto de laureles y blinda su candidatura a las presidenciales. Amén de que consiga algún rédito económico en petroleras.

-          Los españoles y argentinos, quitando algún gilipollas que colgará un cartelito en su bar: “prohibida la entrada a argentinos” o “Che Gallego, ¿que no ves que no podés entrar?”, seguiremos jodidos como antes, pero los argentinos seguirán llevándose de calle a las españolas con el acento y los españoles seguiremos confundiendo a las argentinas cuando hablamos con esta lengua tan rara que gastamos por aquí y que en cada kilómetro cuadrado hay un idioma diferente.

-          Los patriotas de ambos países, los cuatro gatos que salen a ladrar con cada gilipollez de estas, sacarán banderitas y cantarán himnos.

-          El gobierno español ha logrado desviar la atención de su desastrosa política buscando enemigos fuera, entre África y Argentina. Y la Señora Kirchner ha salvado el pellejo que tanto le cuesta estirarse por esta vez.





Españoles, argentinos. Ni vacas, ni elefantes… prefiero la carne en salsa.

sábado, 21 de abril de 2012

¿Agoraqué?


“Decides al fin salir de casa. No hay más remedio. Te has preparado física y mentalmente. Tienes que ir y ya está.

La cita es con el banco; pero bien podría ser con un amigo en un restaurante, una entrevista de trabajo, ir al médico a por una receta sin importancia, bajar al supermercado ese nuevo, o al cine. Da igual, la cosa es que sales de casa.

Tan solo vas al banco a comentar que te pasen esa letra mensual los días 5 de cada mes y no los 10. Una tontería que no te supondrá más allá de 5 ó 10 minutos, aun cuando la espera puede alargarse 15 minutos más o media hora.

Vaya, no contabas con eso, la cola llega hasta la puerta y da una vuelta. Parece que hoy es día de cobro, o pago, o yo que sé. El caso es que hay mucha gente, y solo dos cajeros. Esto es increíble. Maldices al banco, a la gente que no tiene otros días para ir y al FMI.

Bueno, no pasa nada, en un rato todo habrá pasado. No es la primera vez que vienes al banco. Maldita sea, mi vientre comienza hacer movimientos extraños y encima me estoy meando. Pero si estuve media hora en el cuarto de baño de casa antes de salir y nada, y ni gota tampoco. Lo sabía, tenía que pasarme ahora. Y encima no hay servicios en el banco. Bueno tranquilo, no pasa nada. Parece que la cola va ahora rápida y acabaremos enseguida.

¿Pero qué hace? Ahora el cajero se va. Y dice tranquilamente que se va a desayunar. Claro que tiene derecho pero porqué me tenía que tocar su desayuno cuando yo estoy en la cola, podía haber ido antes o después de yo haberme ido.
Hostias, me pasan oleadas de calor por los brazos hacia las muñecas y noto los dedos helados. Que angustia. Si fumara me encendía ahora mismo uno para calmar la ansiedad. Mierda, ¿porqué no seré fumador?
Uf, me sobra todo, y eso que afuera hace frío. La cola va súper lenta ahora. Y encima ese que está ahí es un parsimonioso, que parece que tiene que mirar cada cero y cada euro, joder. Y este tío que está frente a la ventanilla, ¿cuanto papeleo trae? Se podría haber puesto en la mesa de la interventora o secretaria, o lo que sea que es la que está ahí sentada con gafas y cara de lechuga. O haber venido otro día que no haya tanta gente.

¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Media hora, una hora? ¡Diez minutos! Ni de coña vamos… si me parece que haya pasado una mañana entera. Pues, si diez minutos se me han hecho eternos y solo han pasado ocho personas, y con dos cajeros… ahora que hay uno solo y quedarán… ¡21! Esto va a ser el Juicio Final en Technicolor.

Y hablando de Technicolor, ya empiezo a verlo todo con ese tono amarillento. Que parece que tengo unas gafas de esas antiniebla. Joder, que me siento como si estuviera en una foto antigua, todo en sepia. Dios que sudor en las manos, en la espalda. ¡Ay! Que retortijones. Ya quedan menos, parece que el tipo va más rápido y que la gente trae poco que sacar. Me meo. Y lo otro también. Tengo hasta mareo ya.
Venga tranquilo, respira profundamente, que queda poco. Solo hay 5 personas delante de ti. Me encuentro mal. Tengo nauseas. Necesito un servicio, ¡Ya!
Solo quedan 3 delante. Ya está. Mierda, no aguanto más. Me va a dar algo… me muero. El corazón me late a mil. Pero si solo vas a decirle que te pasen esta puta letra los días 5 y en eso tardan, ¡qué digo cinco minutos!, dos segundos tardaría yo. Y seguro que ahora me empieza a pedir datos y pamplinas y me tiene ahí un rato, y yo me lo hago todo encima eh… Creo que la gente me mira a mí, o es mi imaginación. Dos personas, el siguiente soy yo. A la mierda, me voy. No puedo aguantar un minuto más. Corro para casa. Que no me encuentre a nadie por la calle, que paso de él. Salgo de la oficina del banco. La gente habrá pensado que iba a robarlo y me he arrepentido cuando ya estaba en la caja. A mí que me importa ya lo que puedan haber pensado. Necesito urgentemente ir al servicio. El aire no me llega a los pulmones. Parece que se me han estrechado las vías o que lo que respiro no contiene oxígeno, porque estoy al borde de la asfixia. Ahí está mi puerta ya. Al fin en casa. Buf, que largo el camino. Encima no he podido hacer lo de la letra. Bueno ya lo haré mañana o la semana que viene, o bueno cuando pueda. Vaya se me ha quitado el retortijón y me ha venido un suspiro que… ah, me ha llenado los pulmones de aire. Ya lo veo todo de nuevo en color normal. Que alivio. El corazón ya no parece un motor de automodelismo. Luego mi mujer me preguntará que si he hecho lo del banco. Le diré que no, porque había gente hasta la puerta y tras una hora ni se movía la cola. He estado allí 20 minutos escasos pero es que me entró el pánico, lo de siempre. Pero eso quedará para mí solo, que luego se mete conmigo y se ríe, o se enfada. Me cago en todo, ¿por qué me tiene que pasar esto a mí?”

Esta situación, que bien podría pasar por un monólogo de esos que están tan de moda, es la dura realidad de muchas personas a diario. Más de 4 millones de personas solo en España, se calcula, son agorafóbicos.

Pero para empezar, ¿qué es la agorafobia?

Antiguamente, en la Edad Media. Los que eran perseguidos por la justicia podían refugiarse en las iglesias para evitar ser capturados por la justicia. De esta forma “se acogían a sagrado”. Los proscritos podían moverse a sus anchas por el interior de la iglesia porque allí tenían una seguridad. Este estado de seguridad se perdía si el individuo salía de ese recinto.

El agorafóbico también se acoge a sagrado. Para él existen ciertos lugares o determinadas personas que permiten que su ansiedad disminuya rápidamente o incluso que desaparezca.

Suele empezar con una crisis de angustia o ataque de pánico ante una determinada situación (el metro, el coche, en plena calle, en el trabajo...) Posteriormente, para evitar que esa crisis se repita, el agorafóbico deja de frecuentar el lugar donde se desarrolló la primera crisis. Porque existe un miedo a que esa situación se vuelva a repetir. Se desarrolla una ansiedad ante la posibilidad de tener otro ataque. Con el tiempo es posible que la persona comience a generalizar su miedo a otras situaciones (se va acogiendo cada vez mas a sagrado) hasta que su vida va tornándose cada vez mas limitada.

Por lo tanto la agorafobia es un conjunto de fobias, un conjunto de miedos que se desencadenan cuando la persona no se halla en ese lugar seguro. La persona sabe que su miedo es irracional, pero en el fondo no se termina de creer que no le ocurrirá nada fuera de ese lugar seguro, por muchas veces que intenten repetírselo. Explicar la teoría es muy fácil, otra cosa es llevarlo a la práctica.
 (Fuente –Asociación madrileña de agorafobia- AMADAG)

Seguramente, la situación con la que encabecé el post y que es una vivencia real y personal, haya sacado tu sonrisa. Algo que me parece estupendo porque al menos así he captado tu interés. Sin embargo esta situación, cuando se produce, es para quien la está padeciendo lo más extremo y desmedido que te puede suceder en cualquier lugar. Es la indefensión más absoluta. El pánico más intenso.

Es una de las fobias menos conocidas por el público, aun cuando no sea de las menos comunes. Todos conocemos a alguien que teme a las arañas, a los insectos, a los perros, a las alturas, a montar en avión o a hablar en público. Son fobias conocidas y comprendidas. Incluso la contraria a la agorafobia, la claustrofobia, es archiconocida y entendida. Es normal, podemos decirnos, que a alguien le dé miedo quedarse encerrado en una ascensor o en un pequeño cubículo. Es como estar enterrado. O el miedo a un animal que puede ser peligroso. O a subirnos en un artefacto que vuela y puede estrellarse y de ti no quedaría ni confeti. Te asomas a un precipicio o a un puente y dices que es normal que alguien tema esa altura por el componente de vértigo o miedo a caerse.
Pero, lee lo de arriba y dime ¿es comprensible esa situación cotidiana como fobia? Es normal que alguien tema ir al médico porque lo asociamos a dolor físico, agujas o miedo a que te digan “ese bultito es un cáncer y le quedan seis meses, así que no haga planes para el verano”. Sin embargo no lo comprenderíamos cuando el temor es a estar en la consulta para una simple receta para el resfriado del niño y tener solo el temor a no poder salir de allí hasta que acabes.

El temor a ir al trabajo en autobús porque no podrás detenerlo cuando quieras y tendrás que estar allí hasta que acaben de bajar en sus paradas todos los demás ocupantes. El temor a ir a un restaurante y tener que pedir disculpas para ir al servicio porque estás entre gente que no son tu mujer y tus hijos. Temes ir al cine, a un evento cualquiera, porque no controlas los tiempos, no controlas los espacios o lugares. Temes los lugares desconocidos por no saber donde queda cada cosa. Cosas que la mayoría hace casi de forma automática, voluntaria e incluso placentera, para ti son un suplicio.

Es por ello por lo que es una fobia tan desconocida y tan incomprendida. Precisamente eso la hace más sufrida si cabe. Quedas con alguien y le dices que guarde el perro porque tienes miedo a los perros y lo comprende (algunos), y hasta se solidariza. O le dices que no puedes meterte en ese coche tan pequeño por que tienes claustrofobia y te pondrías a gritar y te dicen que bien, que vamos paseando. Dices que ahí no te subes por que te da pánico subir tan alto y nada, que es normal, que hay mucha gente así. Dices que no vas a cenar porque tienes agorafobia y te dicen “¿agoraqué?”, con cara de que le estás contando un chiste. No puedes explicarle que cuando te ves en un lugar que no es el tuyo, que no conoces o que no controlas, todo tu cuerpo se gobierna solo. Que te suda lo “sudable”, que te meas a chorros aunque no salga ni gota, que te corren hormigas por lo brazos o el vientre parece que va a hincharse hasta que podáis los dos hacer las “5 semanas en globo” de Julio Verne agarrados a tus pantalones. No puedes decirle que vas a tener que ir cada dos por tres al baño y que no te entrará ni un solo macarrón de esos tan apetecibles que me contaste que ponen en ese “italiano”. No puedes porque te avergüenzas de ello y porque te dirá que eso es una tontería y que nunca había oído nada semejante. Te mirará como si te estuviera diciendo: “Mira, si no quieres venir, dilo y punto”. Y tú, lo que temes es que te esté haciendo luego un seguimiento de cada uno de tus gestos y movimientos, aumentando la tensión, la vergüenza y el pánico. La crisis de ansiedad en suma.

Entonces comienzas de verdad a buscar excusas. “No puedo ir”, “no suelo quedar fuera del trabajo”, “me va mal ese día”, “yo ya te aviso”, “no suelo contestar al teléfono en casa”, “no me gustan las reuniones o los eventos”, “dejarme en paz de una vez”.
Te vas creando una fama de antisocial, de antipático, de solitario, de sieso. Y luego te conocen y dicen: Pues tu marido es simpático, pues es muy dicharachero, pues tiene buenos golpes, en el fondo es un cachondo. Los que te “conocen” virtualmente, al contrario, dicen: Pues con lo gracioso que se te ve por chat, pues con lo participativo que eres en el foro, no me pensaba que en el fondo eras tan malaje y sieso.

No amiguito, no. No soy sieso, ni insociable, ni “agarrao”. Amigo, amiga, soy agorafóbico.
No me da miedo que el cielo se me caiga encima, no temo que un satélite artificial caiga y me aplaste. Sí, alguna cosa de esas he oído. La agorafobia, como dice la asociación antes dicha, es un conjunto de fobias y temores que hacen que cualquier situación que escape a tu control te produzca una crisis de ansiedad, un ataque de pánico y que dicha situación te haga modificar tus hábitos sociales y tu vida pública.

Un día te das cuenta de que ir a cenar a casa de un amigo es terrorífico y sin embargo, que él venga a tu casa es un placer. Ir a 20 Km en autobús es una odisea y meterte 1200 Km en tu coche propio es un placer. Prefieres ver una película en casa esperando un día a que se te descargue, con un sonido que parece grabado dentro de una botella y gastarte 14 euros en una pizza familiar y lo que te cuesten las cervezas, los refrescos, las palomitas, etc… que ir invitado a ver una de estreno en el cine. Que no vas a aquella boda, o a aquella reunión familiar y te auto-excusas en que no tienes mucho trato con esa parte de tu familia. Y cada vez el caparazón es más grueso y el miedo más atroz, porque ya lo reconoces y sabes qué te va a pasar. Y cuando no tienes más remedio prácticamente estás pensando toda la semana en esa reunión o esa cita ineludible.

Reconoces tu fobia y lees, y empiezas a ver palabras como: “Fobia social”, “enoclofobia”, “miedo escénico”, “crisis de pánico”, “hipocondría”, “desrealización”,  “despersonalización”, “agateofobia” y “evitación”.

Te dices a ti mismo que no puedes tener todo eso, pero vas leyendo sus significados y oye, parece que sí. Que no soportas los eventos sociales, que no soportas las aglomeraciones de gente, que prefieres que hable otro y te ocultas no sea que te saquen, que te viene una crisis sin motivo y sin freno, que te crees que te vas a morir, que el mundo fuera de ti parece una pintura o que estás al otro lado de una pantalla de cine, que te parece estar viéndote desde fuera, que temes perder el control o volverte loco, y que haces lo posible por evitar las situaciones que te puedan provocar eso.
En definitiva, temes perder el control de la situación, no poder escapar sin pasar desapercibido, quedar en ridículo y te encierras en “sagrado”.

He descubierto que hay maneras de engañar un poco la agorafobia en la medida de lo posible. Te dicen que lo mejor es enfrentarte a situaciones que te harían entrar en crisis de pánico. Es como coger con la mano una araña si tienes aracnofobia. Pero es fácil decirlo, lo difícil es hacerlo. Es difícil crear una situación ficticia de tensión y poder apretar el botón y que acabe. Eso lo hace uno que tiene miedo a volar y es sencillo, sí aunque no lo parezca. Te meten en un simulador y cuando ves que no puedes más, plop, le das al botón rojo y fuera de la cabina. Cuando asocias que puedes escapar de allí con solo apretar un botón, vas perdiendo el miedo. Te ponen una araña en la mano dentro de una caja de cristal y cuando ya no soportas más la dejas en la mesa. La agorafobia es diferente ¿Cómo creas la situación que te provoca pánico y desapareces cuando te sea insoportable? En realidad lo haces cuando huyes del lugar, como yo del banco o del médico. Pero entonces entras en una espiral de huida que es similar a la evitación.
Como dije, tengo algunos métodos para engañarla un poco (en realidad engaño a mi cerebro)
Preparo mis citas ineludibles con bastante antelación para que no me coja de sorpresa y me voy concienciando. Voy antes a un lugar al que tengo previsto ir, para conocer las posibles vías de escape, la situación de las puertas, espacios donde pasar desapercibido o incluso escondido, servicios cercanos. Me creo excusas para salir de un paso rápidamente. Como un terrorista.
 Porque la agorafobia es la única fobia donde puedes crearte tú mismo una situación de miedo, ya que no hay nada físico que haga desencadenarlo. Es más, el escribir este post me ha creado pequeños síntomas mientras lo escribía tan solo con recrear en mi mente situaciones que normalmente me lo provocan. La agorafobia es una fobia silenciosa y si no lo dices, pasa por ser una persona tímida o poco sociable. Sale una cucaracha y todo dios sabe quien tiene fobia a los insectos porque el fulano se pone a gritar y patalear como un descosido. Te asomas a una azotea y el acrofóbico se tira hacia atrás como si acabara de ver a un león. El agorafóbico sufre su crisis para sí mismo, en silencio, en su cabeza. Sus sudores, sus deseos de huir, su miedo no se ven. Si no puede escapar, entonces se comportaría como alguien al que le ha dado un ataque o un mareo. No te pones a gritar y señalar al vacío.

Otra forma que he descubierto de eludirlo es la personalización del espacio. Hacer de los lugares que frecuentas algo tuyo. Mi lugar de trabajo, desde el primer día lo personalicé con objetos míos o lo recoloqué todo según mi preferencia. Una manera de hacer un lugar o un espacio impersonal o extraño algo familiar, algo mío donde me encuentre seguro. Frecuento los lugares que me gustan porque así me familiarizo con ellos y conozco cada rincón. Así me encuentro cómodo en él. Se convierten en lugares normales y conocidos.
Evidentemente esos pequeños tics te hacen una persona que puede pasar por obsesiva a poco que te analicen.

No vas a casa de amigos o familiares que no sean muy íntimos. No quedas con personas nuevas. Tienes la mesa de trabajo llena de adornitos y cosas tuyas. Cuando estás en un lugar donde hay más gente tiendes a repartir tus cosas en un radio más o menos grande, hasta donde te alcanzan los brazos, para crear un espacio tuyo lo suficientemente amplio como para que no te sientas ahogado. Por eso un autobús o cualquier transporte público se convierte en una cárcel. En las aglomeraciones de gente el espacio personal se reduce y la posibilidad de huir o moverte libremente se reduce de manera bárbara. Puede parecer paradójico, pero esos espacios o situaciones cerradas no son cómodas para un agorafóbico (agorafobia significa terror por los espacios abiertos) porque en realidad no es literalmente eso. Debería llamarse terror a las situaciones incontroladas. Odio las sorpresas, las novedades, las situaciones imprevistas.

Aunque en positivo, también me ha hecho tener una personalidad fuerte y acusada. En donde me muevo a gusto no suelo pasar desapercibido. Tomo la iniciativa y soy participativo, quizás porque así controlo parte de ese mundo o al menos participo del control. Aunque quizás a veces choque con otros que, o creen que les estoy intentando manipular o convencer de algo, o su personalidad choca con la mia y entramos en conflicto. Pero bueno, es el riesgo que asumo.

Mucha gente quizás no lo sepa pero son agorafóbicos. Quizás hasta ellos mismos puedan creer que simplemente son un poco raros, o huraños, o tímidos. Que no les gustan las reuniones familiares, son muy caseros o unos siesos insociables. Y tal vez solo seas eso, un agorafóbico más.

lunes, 2 de abril de 2012


Las cifras hablan por sí mismas




Todavía hay quien, en un alarde de insensatez y majadería, por no decir idiotez suma, dice que Navantia es un lastre.

Todavía hay quien llevado por la envidia más vergonzosa y miserable, dice que Navantia en la Bahía de Cádiz debería desparecer para dejar paso a empresas punteras. ¿En Cádiz? ¿Empresas punteras? ¿Te refieres a Hoteles de firmas mallorquinas y basureros de empleo?

Todavía hay quien, creyendo a pies juntillas como dicta el dogma y la fe ciega, ciega sobre todo, que el cierre de una de las únicas grandes empresas que queda no solo en Cádiz sino en Andalucía abrirá nuevos campos al empleo.



Esperad un momento que me ria un rato, es que mientras me carcajeo no puedo escribir. Es para caerse de la silla si no fuera por que estos cabrones son capaces de tomárselo en serio y porque los pobrecitos borregos que les van detrás, diciendo sí a todo como las vacas cuando caminan, les vitorean cada vez que privatizan algo como si a ellos les tocara su parte del botín. Y solo Botín y sus amigotes defraudadores y corruptos sacan tajada de las grandes empresas que van devorando despacito, como la carcoma se come la madera, para luego venderlas por partidas en el mejor de los casos o cerrarlas con ERE’s y todos esos subterfugios y medios que les ponen a su alcance estos del gobierno PePero.



Esta crisis inventada por ellos en su propio beneficio para servirnos en bandeja a los trabajadores, ante una gran mesa de banquete de Banca y CEOE, quiere ahogarnos con la excusa de la rentabilidad.



Pues miren señores del PP, Empresarios voraces ansiosos de hincarle el diente al suelo que pisamos, y bancos que os vais a hacer de oro (más si cabe) con las ayudas que nos gestionareis cuando estemos en el paro o prejubilados (los que tengan esa ¿suerte?), resulta que sí somos rentables si nos gestionan bien desde arriba.



Mirad capullos ignorantes que gritáis en foros y en comentarios de Diarios amarillos, re3sulta que generamos más riqueza en la provincia que esos hoteles que reparten miserias y el dinero del bote, llevándose ellos la guita.



Navantia Bahía de Cádiz representó el 3,1 del empleo en la provincia de Cádiz y el 2,48 de su PIB en el año 2010.
En el 2011, supuso el 3,45 por ciento del PIB de la provincia.

El número de empresas proveedoras de Navantia en la Bahía de Cádiz supera las 200, en su mayoría de la provincia y de Andalucía. La facturación con estas empresas supera los 220 millones de euros al año. En el año 2010 Navantia generó en la Bahía más de 12.500 puestos de trabajo, 1.800 directos, más de 4.400 indirectos y más de 6.300 inducidos. A nivel de España, en 2009, la cifra asusta: 37.000 empleos: 5.530 directos, 8.200 indirectos y 23.200 inducidos



Hay que tener en cuenta que estos datos son de los años 2009 y 2010, donde la carga de trabajo empieza a decaer, los años 2007 y, sobre todo, 2008 fueron mejores: Navantia Bahía de Cádiz Empleo: en total, generó más de 14.000 puestos de trabajo (entre 1.800 directos, más de 5.000 indirectos y más de 7.200 inducidos).

Los empleos inducidos, por si no lo saben, son esos empleos que se generan por los otros directos e indirectos, como consecuencia de la actividad económica familiar. Es decir, toda la chavalería y no tan jóvenes que nos ofrecen el pan, que nos atienden en Mercadona, Ikea, El corte Ingles, la ferretería de la esquina, el de la gasolinera, la tiendecita del barrio, el bar de Andrés, y hasta el albañil que nos tira el tabique ese que hacia años que queríamos tirar.



Sí señores, todos esos empleos que su jefes no dudarían en echar a la calle si bajan las ventas. Que bajarán cuando desaparezcan los puestos de trabajo fijos y contratas. Todos esos autónomos que tendrán que echar el cierre o dedicarse a buscar empleo en Laponia como dijo el mamón aquel de la CEOE.



Muchos de ellos critican Navantia, muchos de ellos dicen que ya están otra vez cortando carreteras. Pero cuando todos esos que ahora estáis criticando se vayan a otra tierra a comprar… amiguitos, o les seguís como perritos o como buitres, o a mamarla y a otra cosa mariposa.



Antes de pedir que cierren empresas, sean grandes pequeñas o mínimas, acordaos de quién os compra, de a quién repartís el pan o la prensa, de a quién arregláis el coche, de a quién servís esa cervecita, de porqué aun conduces ese camión cargado de ladrillos, botellas de refresco o frigoríficos. Acordaos de a quien le estáis arreglando el televisor o a de quien es la casa que estáis reparando.



Algún día puede que no tengáis a quién cerrar. Porque todo estará cerrado. Mirad el bolsillo imbéciles, no se llena solo.





Dedicado a todos esos que alegremente pedis el cierre de Navantia (Astilleros) y a los que estais hartitos de cortes de carreteras y huelgas generales.