La derecha española no tiene
vergüenza alguna. Por ningún lugar por donde la mires. La Casa Real, la CEOE,
los partidos políticos claramente derechones y la mayoría de los que se llaman
de izquierdas (que no lo son ni por asomo), la Banca, la Iglesia, las grandes
fortunas y muchos ciudadanos de a pie.
Lo digo así de claro y sin temor
a equivocarme. No sé si recordáis aquella fotografía tan criticada que ganó el
“Pulitzer”, en el que se veía una niña africana moribunda con un buitre con las
alas abiertas detrás, esperando a que muriera para comerse su carroña. Así veo
yo a nuestra derecha. Han llegado como supuestos salvadores de la maltrecha
España y tan solo días después caímos (algunos ya lo sabíamos) en la cuenta de
que venían al despiece de una matanza de pueblo. Todos quieren su trozo de
carne cruda.
La Casa Real, rememorando la
frase del 23-F, “ni está, ni se le espera”. Enfrascada en su viacrucis
particular no solo vive ajena al dolor de la inmensa mayoría de sus súbditos,
sino que son en su fuero interno, foco de escándalos y corrupción. Si nos desayunábamos
una mañana con la imputación del yerno perfecto en un grave caso de evasión de
divisas, enriquecimiento fraudulento y prevaricación; al poco es el propio
monarca el que nos vuelve con una fractura de cadera por estar de cacería en
Botswana, en la misma semana en que se anunciaban recortes en Educación y
Sanidad, subida del IVA, etc. Aún hoy, casi 8 meses después, está metido entre
quirófanos. Ambas cosas, cacería de 20 millones y operaciones varias en
clínicas privadas y asistido por los “Fernando Alonso” de la Medicina en
España, que pagamos entre todos (los que aún pagamos). Y el rey solo preocupado
en si los periodistas le están matando ya o quitándole la corona de la cabeza.
Y los demás preocupados en si van a salir o no en la foto Real de Navidad.
Mira, yo ya es que esto no me parece ni de risa. A pesar de tener ideas
republicanas, siempre pensé que no estábamos preparados para otra República. En
este país en el que las repúblicas han acabado siempre a tiros, como en el
Saloon de un western de Almería, no quería yo ser testigo o parte de una página
más de la Historia. Pero viendo esta Monarquía “campechana” y vulgar, que cree
que porque cuenta un chistecito en una Cumbre o porque se cruza de acera a
darle la mano a una viejecita (que seguro le cobran un euro por receta,
mientras él va gratis) tiene el futuro resuelto, me dan ganas de que monten una
guillotina en la Puerta del Sol y empezando por el “Duque de la Palma hacia
arriba” y acabando por el del tirito en el pie, les den un afeitado gratis a
todos, pagado por todos sus súbditos. Donaría 100€. Hablo en sentido figurado
claro. Escenificación, patadita en el culo y "¡Ala! A vivir en Roma de las
rentas", no sea que me acusen de apología del jacobinismo.
Los grandes empresarios de
nuestro país, empezando por el anterior presidente de la CEOE, Díaz Ferrán, se
frotaron las patitas (como las moscas ante un estercolero) cuando se anunciaban
recortes en derechos adquiridos por nuestros padres a golpes de porra y
calabozos infectos antes y después de la Dictadura. “Hay que trabajar más y
cobrar menos” decía este individuo que, ríete ahora cabestro, está detenido por
venta fraudulenta de su empresa (Marsans) y blanqueo de millones de euros.
Arrieritos somos. ¿Es así como decías que había que trabajar más? Robando más
querrías decir. Pero como no tiene vergüenza torera alguna, va al juzgado
sonriendo. Con el nido que se ha hecho en Suiza que le importa salir en todas
las portadas esposado. Total, ahora en las cárceles hay más tipejos de traje y
corbata que quinquis. Y se atrevía a dar lecciones mientras se llenaba los
bolsillos sin pudor alguno. Pero como decía no es el único. Un amiguete suyo, Ángel
Cabo, que compró Marsans y Nueva Rumasa a nombre la empresa Posibilitum
Business, también ha sido imputado por fraude.
Pero, ¿qué hacía el Cabo para
cometer fraude? Financiaba a empresas en quiebra que se declaraban en Concurso
de Acreedores, o lo que es lo mismo, suspensión de pagos y puesta en venta de
activos, bienes patrimoniales, etc. Hablando en plata, compraba empresas en
quiebra que habían sido intervenidas por un juez. Supuestamente, en un concurso
de acreedores no se pueden tocar los bienes de la empresa ni los del dueño ya
que de ahí saldrá el dinero con que se pagarán nóminas y deudas a proveedores,
etc. Pero estos “fondos buitre” (nombre que ni pintado) eran ficticios. Es
decir, la empresa que dice comprar la compañía en quiebra, no da un euro. El
empresario dice que ha recibido el dinero y deja todos sus bienes en manos de
estos “buitres”. Queda así libre y se retira a lamerse las heridas, el buitre
se encargará supuestamente de reflotar la compañía. Un mojón, el buitre o un
testaferro, vende todos los bienes del fulano y saca los dineros de todas las cuentas
que poseía. Aun estando prohibido, ya que encima se dedicaban a extorsionar a
los jueces amenazándolos con airear escándalos sexuales. Una vez la empresa
estaba desangrada se declaraba insolvente y cerraba, despidiendo a miles de
trabajadores y dejando a cientos de proveedores sin cobrar su deuda. Además, el
dinero se repartía entre los buitres y el empresario pirata (un eufemismo de
hijo de la gran puta)
El caso es que este saqueo que
ahora se ha visto destapado viene produciéndose desde hace mucho y no solo por
este cerdo enfangado de Cabo. Desgraciadamente en Cádiz hemos visto muchas
empresas tanto públicas como privadas, desaparecer a manos de amiguetes del PP
que compraban empresas (estuvieran en perdida o no) para supuestamente
sanearlas y que en realidad fueron saqueadas (subvenciones incluidas) y luego
cerradas. Fábrica de San Carlos, Delphi-GM, Izar (fusión de antiguos Astilleros
Españoles- E. N. Bazán), así como muchas otras empresas de menor entidad. Y en
el resto de España deben ser incontables.
Pues bien, aun tienen la cara
dura de decirnos a los trabajadores que si hay crisis es porque solo queremos
huelga y vivir como ricos. El apelativo de cabrones es demasiado suave, así que
no lo usaré en esta ocasión. Si en esta ocasión se ha destapado al mismísimo ex-presidente
de los empresarios, imaginaos la de mierda que tiene que haber aun bajo las
pezuñas de esta piara. Así que le digo al señor Joan Rosell, actual presidente
de la CEOE, que ha dicho que a raíz de la Huelga General del 29 de marzo de
2012 que habría que “regular” el derecho a huelga. Mira Joan, regula tú primero
las cuentas de tus asociados no sea que te salgan más Ferranes y revisa tus
propias empresas a ver si eres tan limpio como quieres dejar las calles y las
empresas de trabajadores. No vaya a ser que tengas algún día que visitar el
Hotel de las Rejas para descansar una temporada a gastos pagados, que viendo
con quien te juntas…
En este mes llega el primer pago
del rescate pedido a Bruselas para sanear a la Banca española. 40 mil millones
de euros que tendremos que pagar, los no banqueros, de por vida. Mientras los
bancos siguen saqueando a las familias más dañadas por la crisis, echándolas de
casa aunque estén casi pagadas, quedándose con sus negocios y con las casas y
negocios de quienes les avalaron, el simpático ministro de Guindos les regala
un dineral. Les regala un dineral por no haber trabajado bien, por haber
tratado de engañar a miles de pequeños inversores, por seguir saqueándolos en
los peores momentos sin mostrar la más mínima clemencia, por llevarnos a una
crisis derivada de sus planes de enriquecimiento desastrosos y por ser unos
usureros. Pagan así además los cuantiosos desembolsos que a través de empresas
afines habrán financiado a los partidos políticos en sus campañas. Estas
alimañas vestidas de Dior se quedarán en sus puestos mientras el resto nos
vamos al carajo. O en el mejor de los casos se jubilarán con suculentas
indemnizaciones en sus cuentas suizas.
La Iglesia nos pide recogimiento
y paciencia infinita, que con fe en Dios se arreglará todo. Sin embargo
mientras tanto no paga IBI sobre inmuebles particulares. Es decir, que quitando
los lugares de culto, que a mi juicio son inmuebles como otros cualesquiera, no
paga un Euro por el resto. Curiosamente son mayoría entre pisos, conventos,
casas de comunidad, museos, etc, (no iglesias abiertas al culto) en un total,
según el historiador Stanley G. Payne (nada sospechoso de ser anticlerical, ni
un rojo indecente, sino más bien al contrario), de 100 mil propiedades de las
cuales el 5% son edificios religiosos. Es gracioso que el patrimonio de la
Iglesia, cuando se refiere a monumentos como museos o catedrales, salgan de los
Presupuestos Generales del Estado en un porcentaje tan alto como el 70%. Eso
sí, luego te cobran entrada de 4€ para financiar el resto y sin pasar por IRPF.
Además, reciben subvenciones para sus colegios, instituciones sanitarias y
sociales, aunque luego dan la vuelta a la papeleta diciendo que con el dinero
que ellos aportan a esas instituciones el Estado se ahorra dinero. Es decir, yo
monto un chiringuito (con un fin bueno, aclaro), exijo una subvención y luego
te digo que con lo que yo aporto te estás ahorrando el crearlo integro tú. Es
como si me hago una casa y pido una ayuda al ayuntamiento, y luego le digo que
con el dinero que pongo le estoy ahorrando que él me la haga entera. Y es que
encima, la Conferencia Episcopal, que no es la Iglesia pero sí es la que la
administra y gobierna, dice que si se le obliga a pagar IBI recortará de otros fines
sociales como Cáritas. Ellos no se van a recortar de su sueldo como sería lo
lógico en personajes que han hecho voto de pobreza entre otros votos que
también incumplen, sino a fines sociales, que debería ser su función y vocación
primordial. Una entidad, Cáritas, que si bien trabaja junto a las distintas
diócesis, no pertenece a la Iglesia ni se financia de ella mas que en un 1’8%.
Es decir, que si dejan de financiarla, ni se van a enterar. Pero claro, como en
todo lo que hacen, juegan con la ignorancia y con la buena fe de la gente. Y no
voy a pedir aquí, ya que me tacharíais de demagogo, que la Iglesia reparta su
patrimonio para ayudar a los pobres. Pido esos sí, que sea solidaria y pague
como pagamos todos por lo que ganamos. Que no pidan de nuestro dinero público
para sus trapicheos privados. Que sean transparentes y no engañen a los que
depositan su fe en ellos.
Porque hay otra cosa, que quiero
aprovechar a comentar y que verdaderamente me indigna y es el principal motivo
de este post, la solución a las desgracias de la gente que lo está pasando mal
y a los que posiblemente lo pasaremos si esto no cambia, no es que existan
Bancos de Alimentos, o Cáritas, o Cruz Roja. La solución a la fiebre no es el
analgésico, eso solo calma momentáneamente los sufrimientos, la solución es
saber la causa y poner los medios para curarla. Cáritas es el analgésico que
algunos nos quieren hacer tomar para callar a los que protestan por la miseria
que afecta a cada vez más españoles y para injustificar actos como la toma de
sucursales bancarias o supermercados como protesta. Si una familia no tiene que
comer, la solución está claro que no es ir a robar un carro en Mercadona, pero
tampoco es que vaya a Cáritas. La solución es evitar que haya esas colas de
carritos de la compra en los comedores sociales con una política adecuada por
parte de este Gobierno inútil. Es indignante ver a padres y madres de familias
normales y corrientes pedir en un comedor. En una sociedad civilizada y
moderna, lo lógico es que existan estos recursos para alojar y cuidar de los
que suelen llamarse auto-desahuciados y transeúntes, por no llamarlos excluidos
sociales y vagabundos, que si bien no deberían existir, forman parte de una
realidad inherente con las sociedades mercantilistas y liberales. Siempre habrá
quien elija ser un vagabundo, quien por cuestiones de deterioro personal o por
imposición de una situación crítica se vea en esa situación. Pero deberían ser
los mínimos y asumibles por la sociedad. Un país moderno y de la escala de
España no puede permitir ni asumir que personas de clase media y obrera,
incluso algunos de clase acomodada, lleguen a esa situación porque es señal de
que ha colapsado. Algunos pretenden tranquilizar argumentando que hay quién se
ocupa de esos que han tenido la desgracia de ser los primeros que nos han
mostrado que cualquiera puede caerse de la máquina del bienestar. Que no es
cuestión de suerte o de buscártelo, sino de que alguien decida que te ha
tocado. Como en “la lista de Schindler” en la que no era necesario haber hecho
nada malo para que te volaran la cabeza, solo estar allí y que en el conteo
estuvieras en el número de la muerte. No señor o señora, no me conformo con
eso. Es penoso ver como alguien que hasta hace dos años vivía como cualquiera
de nosotros, sin despilfarros ni excentricidades, pero sin estrecheces, tenga
que verse en una cola para pedir lo más básico. Porque cualquiera de los que estáis
leyendo esto (yo mismo) podría verse así en los próximos meses. Sin haber
arriesgado en bolsa, sin haberse echado a las drogas, sin haber gastado a manos
llenas. Tan solo por la mala suerte de estar en el número de los elegidos para
el holocausto económico que nos preparan a sabiendas. Y señor, o señora, que me
dirá que al menos tienes donde acudir, que hay que perder el orgullo y no pasa
nada por pedir para que tus hijos coman, yo os digo que sois unos miserables
hijos de puta (no quiero que se me hinche la vena del cuello y empezar a poner
disparates). El orgullo hace mucho que lo perdieron, cuando tuvieron que
empezar a dejar de comprar en donde compraban, o donde solían cenar, o a
quitarse del tabaco por imperativo bancario cuando resistieron al imperativo
médico, a renunciar a vacaciones, de un fin de semana inclusive, a dejar el
coche primero aparcado sine die, luego puesto en venta y después regalado, a
pedir a los suegros y padres para pagar esta letra del piso o esta para que no
me corten la luz, “que prometo que será la última vez” habrán pensado. Que la
cerveza dejó de ser Cruzcampo hace mucho para convertirse en
¿Wurtinstianerjunderbiere? de sabe Gambrino que tipo de cereal estará hecha.
Que cada vez el puñado de lentejas es más pellizco que puñado. Que la ropa se
va a aprovechar más años que los que se aprovechaban y recorto aquí o saco de
allá para que quede bien, claro que con el pellizco de lentejas cada vez habrá
que estrecharla más.
El orgullo ya es un bien de lujo
señor, o señora. Y no me jodáis con que hay mucha gente que ya vivía así antes
de la crisis. Una mierda (ya está, ya me estoy cabreando). Todos hemos vivido,
vivimos aún muchos, en los que el dejar la ropa al hermano pequeño era cosa de
nuestros padres. Que todos, la inmensa mayoría, se podía pagar una semana en un
hotel de 3 estrellas en Benidorm. Que todos podíamos, podemos, salir a tomarnos
una caña un sábado y a almorzar a la sierra un domingo. Y eso no era vivir por
encima de nuestras posibilidades carajo. Si lo cobrábamos, ¿porqué no
disfrutarlo? O es que solo los ricos de herencia o los empresarios tienen
derecho a pasar por esta vida disfrutando y el resto que ni tenemos apellidos
ni firma tenemos que pasar simplemente. Eso es una puta mierda falacia que no
están metiendo estos cerdos de la acera de la derecha para tratar de
convencernos de que fue nuestra culpa por querer, como Prometeo, vivir como
dioses. Mentira.
Hemos perdido ya el orgullo,
incluso los que aun conservamos la casa y la nómina, pero estos zorros de
gallinero nos quieren hacer perder lo último que le queda a un hombre (o mujer)
para ser hombre (o mujer) y no un guiñapo como esos que vemos en rincones
llenos de meados y vómitos, o en viejos documentales en B/N sobre los campos de
exterminio, es la dignidad. La dignidad de poder ganar lo que te comes, o con
lo que te vistes, con nuestro esfuerzo y no por limosna. Ellos quizás están
acostumbrados a no tener que trabajar y a tener lo que tienen por que alguien
se lo dejó en herencia o porque alguien se lo pone en bandeja de plata en un
banco suizo, y confunden dignidad con escrúpulos. Ellos que carecen de ambas
cosas y solo tienen orgullo, creen que el que no es de su clase, tiene que
vivir de sus sobras, de su limosna, y encima estar agradecidos.
Cuando el pueblo de Francia fue
al palacio de Versalles a pedir pan, pero no en sentido figurado sino real, la
reina María Antonieta, acostumbrada a los excesos y la opulencia como buena
noble neoclásica, dijo en tono de burla que si no tenían pan comiesen brioches.
Su gracia y simpatía le costó unos meses más tarde la cabeza y no fueron pocos
los que acudieron a disfrutar de tan sangriento y merecido espectáculo. No se
puede engañar al pueblo y burlarse de la dignidad de la gente de bien y luego
pretender quedar bien con ellos. Es apagar el fuego a cubazos de gasolina, y ya
se sabe como acabas.
Repaso también a las grandes
fortunas que, unas enriquecidas en épocas lejanas y de formas que aunque hoy no
serían muy legales, entonces eran perfectamente entendibles y otras
enriquecidas sobre una base ingente de sufridores empleados y
obreros/jornaleros, o a base de subvenciones europeas inmerecidas e indecentes.
Esos que van a pasar a la Historia como los ricos más tacaños del mundo. Hasta mediados
del siglo pasado, los ricos ostentaban su riqueza y se caracterizaban por ser
benefactores de las clases más desfavorecidas, que en aquella época eran la
inmensa mayoría. Fundaban, de su propio bolsillo, hospitales, colegios,
comedores, economatos. Donaban dinero en momentos de graves desastres como
inundaciones, incendios, sequías. Hoy llevan su nombre multitud de fundaciones,
centros y calles. De los ricos, desde el franquismo hasta hoy, solo se podrá
decir que son unos siesos tacaños y agarrados. Son una panda de avaros
cicateros interesados solo en su propia diversión y en ventilarse poco a poco
su fortuna, mucha de ella ganada de formas poco legales. Estos roñosos egoístas
solo se gastan los Euros en sus vicios ocultos o públicos y hasta en el colmo
de la hipocresía y la miserabilidad, decir que son pobres y tratar de ocultar
su riqueza. Como pícaros de la Edad de Oro, se muestran cicateros a la hora de
soltar la pasta y hasta alguno va con abrigo de visón a supermercados de baja
categoría para gastar menos. Luego entre los de su calaña sí que aparentan y
viven en una competencia atroz por ser el que tiene más metros de eslora en su
yate, como antaño alargaban los tiros de sus calesas para exteriorizar su
riqueza, pero eso en petit comité. Incluso la Presidenta de la Comunidad de
Madrid, cuando lo era, Esperanza Aguirre, llegó a decir que era pobre como las
ratas. “Veste a la mierda” que diría El
cansino histórico. Entre pillos de Dior, urracas de collares de perlas y
usureros con maletín de piel, se llevan nuestros dineros a Suiza o la Caimán, y
aquí se agarran a la SICAV para que solo les cobren el 5% de sus fortunas mientras
el resto pagamos el 20% de nuestras miserables cuentas en casa.
No voy a dejar títere sin cabeza
y para que no me tachen de sectario, maniqueo y parcial, también tengo para
esos que se llaman de izquierda, cuando ya han dado la vuelta al círculo y se
han colocado a estribor de este barco llamado España que se va al garete. El PSOE
y el ex-presidente Zapatero y su Gobierno, los sindicatos UGT y CCOO, IU, UPyD,
y los nacionalistas.
El Gobierno anterior que tras
muchas cosas que alabo y aplaudo, lo siento por los que me tacharán de
partidista aunque no soy ni militante del partido ni socialista, como la gran
cantidad de reformas sociales que se hicieron en los primeros 6 años de mandato
y transformaron a España en el más moderno y civilizado país del mundo, con la
oposición más endemoniada y colérica de la historia reciente. Todos los que
ahora se relamen los colmillos acechando nuestros cadáveres (Banca, Ultracatólicos,
Iglesia, CEOE, capas altas de la sociedad) veían como la caspa y el moho, que
sus absurdas mentes habían dejado crecer en la vieja España decimonónica que
nos había dejado Franco al reventar en el Pardo, era lavada con la lejía del
progresismo. Se equivocó Zapatero, se equivocaba, cuando no quiso admitir que entrábamos
en recesión. Imagino que la culpa es de una causa fundamental. Como es habitual
en este partido, creyó que la Banca y los Empresarios que le adulaban por los
pasillos se le echarían encima cuando sacara a la luz la verdad que ya nadie
sabía ni podía esconder. No sabía que estaban ya pactando con los buitres,
quise decir gaviotas, el desguace y carnicería de lo Público. No sabía o no
quería saber, o no podía ya hacer nada con la campaña electoral casi encima. Se
dejó llevar por la marea y con ella a todos nosotros, que vimos venir lo peor
cuando la CEOE se levantó de la mesa de Negociación de la Reforma Laboral con
la chulería del que sabe que al día siguiente habría otro árbitro que pitaría a
su favor, como así ha sido descaradamente.
Nos abandonó y es lo que no le
perdonaré jamás.
La oposición falsa y débil que
está haciendo el PSOE de Rubalcaba, sabiendo que todo lo malo que haga Rajoy y
su banda quedará ahí para lanzarlo como mierda a un ventilador en las próximas
Elecciones Generales. Que en esas elecciones los que en su día dudaron o
castigaron al partido en el gobierno, harán otro tanto de manera masiva y tirarán
a Rajoy de su púlpito. Rajoy y los suyos lo saben y por eso algunos que quieren
continuar en la poltrona como Esperanza Aguirre, se han bajado en esta parada
para esperar al siguiente tren. Los que no se han bajado es porque tienen asegurado
un puesto de Consejero de “Nosequé” en las grandes Empresas de donde salieron o
en otras que están enriqueciendo.
Rubalcaba o quien le tome el
relevo solo tendrá que recoger los pedazos en su ya acostumbrada subida y
bajada del escalón de Moncloa. Lo que hayan cambiado que no les interese
mantener, como la Ley del Aborto, o la Reforma Educativa, la derogarán para
contentar a los votantes y que parezcan de izquierdas. Otras leyes como la
subida del IVA o el IRPF, serán suavizadas en un intento de “bajaremos más
cuando podamos” o sea nunca, como las subidas energéticas “circunstanciales”,
que suben un 5% y bajan un 1%. Otras en cambio no las tocarán, porque el
trabajo sucio lo ha hecho Rajoy y es culpa del PP, y ahora deshacerlo es
contraproducente. Eso se hará en el futuro, cuando mis hijos pinten canas.
Pero mientras el PSOE se mira las
uñas esperando su oportunidad, en España se van al carajo miles de familias que
pierden empleos, casa y hasta la vida. Muchas gracias señor Rubalcaba, los que
van a morir te saludan, con tu puta madre (dije que no me iba a cabrear pero me
cuesta), con sumo respeto.
Y de IU y UPyD, a veces sí, a
veces no.
IU que va por libre según donde
se encuentre. En Extremadura pacto con el mismísimo Mola si rejuntaran sus
pedazos y en Andalucía con el PSOE aunque los ERE’s falsos me los tenga que
esconder bajo el jersey (por el frío que hace, que el papel es buen aislante). No
llegan a ser claros. Porque actúan a golpe de cargo que me ofrezcan y eso no va
con mi forma de ver la izquierda. No me fío, mientras en este país no haya otra
Ley electoral, de a quién van a dar mi voto una vez acabadas las elecciones. No
me fío un pelo. Y mira que me gustaría, porque me siento más cercano a ellos en
su supuesta ideología, que al PSOE. Pero no me los creo.
Lo de UPyD, es más de lo mismo. No
se aclaran. Y es que el partido nació como clara bofetada a la predisposición de
Zapatero a dialogar con ETA. Muerto el perro (ETA) se acabó la rabia (UPyD). No
hay más. No tienen una clara ideología ni un proyecto a nivel nacional, a mi
entender. Muchas buenas intenciones y muchos líderes carismáticos, pero poca
fuerza en los proyectos. Hay que ser menos dialogantes y más incisivos en este
circo romano que es el Congreso. Que los buitres no juegan con espadas de
madera, que tiran a dar.
Los nacionalistas, pues todo para
ellos, pero sin ellos. A lo suyo, y ya se sabe, remuevo el cieno y pesco a
fondo. No más comentarios.
Por último, a todos esos
ciudadanos, no los que votaron a conciencia y sí los que creyeron el mito. No los
9 millones que obedecen con fe ciega, sino el millón restante que pensó que no
saldrían pero quisieron que Zapatero se fuera. Los que aun defienden la sangría
porque piensan que no hay otra manera que nacer otra vez y sufriendo. O los que
no quieren admitir que se equivocaron, pero que no confesarían que votaron al
PP ni bajo tortura. Esos que aun dicen: Bueno,
que le vamos a hacer, tampoco hay que ser tan negativos. Ya saldremos de esta (claro
que saldremos, el problema es cuántos y cómo, y a qué precio). La culpa es de como lo dejaron los otros.
Habiendo Cáritas, lo que hay que ser es menos estirado y bajar del pedestal. Mira,
no os voy a insultar porque sois unos sufridores como yo y como el resto del
97% de españoles, pero que pena ser tan borrego y tan agradecido por las
limosnas.
Y tras el repaso, la solución. No
señores del 15M, la solución no es hacer Asambleas Públicas para dar, entre
canciones protesta y gritos silenciosos, bofetadas cariñosas a los corruptos y eslóganes
simpáticos o neo-hippies. La solución no está en no votar a nadie (ya sabemos
por la última a quien beneficia). Ni en querer jugar a un juego democrático
paralelo al que juegan estos indecentes en el Congreso, porque
desgraciadamente, sin una Revolución no hay Evolución en ese tipo de reformas. Si
quieres jugar a otro juego tienes que romper el tablero y desparramar las
fichas para colocar tu tablero y poner nuevas normas. Si no queremos una
Revolución hay que jugar con sus reglas y desde dentro, y eso solo se logra uniéndose
y proponiendo una alternativa para los que no queremos votar a los mismos de
siempre.
Los remeros tenemos que cambiar
al capitán y a la tripulación o el barco se va al carajo, con ratas y carga
incluida.