jueves, 13 de diciembre de 2012

El año que acaba


La derecha española no tiene vergüenza alguna. Por ningún lugar por donde la mires. La Casa Real, la CEOE, los partidos políticos claramente derechones y la mayoría de los que se llaman de izquierdas (que no lo son ni por asomo), la Banca, la Iglesia, las grandes fortunas y muchos ciudadanos de a pie.

Lo digo así de claro y sin temor a equivocarme. No sé si recordáis aquella fotografía tan criticada que ganó el “Pulitzer”, en el que se veía una niña africana moribunda con un buitre con las alas abiertas detrás, esperando a que muriera para comerse su carroña. Así veo yo a nuestra derecha. Han llegado como supuestos salvadores de la maltrecha España y tan solo días después caímos (algunos ya lo sabíamos) en la cuenta de que venían al despiece de una matanza de pueblo. Todos quieren su trozo de carne cruda.

La Casa Real, rememorando la frase del 23-F, “ni está, ni se le espera”. Enfrascada en su viacrucis particular no solo vive ajena al dolor de la inmensa mayoría de sus súbditos, sino que son en su fuero interno, foco de escándalos y corrupción. Si nos desayunábamos una mañana con la imputación del yerno perfecto en un grave caso de evasión de divisas, enriquecimiento fraudulento y prevaricación; al poco es el propio monarca el que nos vuelve con una fractura de cadera por estar de cacería en Botswana, en la misma semana en que se anunciaban recortes en Educación y Sanidad, subida del IVA, etc. Aún hoy, casi 8 meses después, está metido entre quirófanos. Ambas cosas, cacería de 20 millones y operaciones varias en clínicas privadas y asistido por los “Fernando Alonso” de la Medicina en España, que pagamos entre todos (los que aún pagamos). Y el rey solo preocupado en si los periodistas le están matando ya o quitándole la corona de la cabeza. Y los demás preocupados en si van a salir o no en la foto Real de Navidad. Mira, yo ya es que esto no me parece ni de risa. A pesar de tener ideas republicanas, siempre pensé que no estábamos preparados para otra República. En este país en el que las repúblicas han acabado siempre a tiros, como en el Saloon de un western de Almería, no quería yo ser testigo o parte de una página más de la Historia. Pero viendo esta Monarquía “campechana” y vulgar, que cree que porque cuenta un chistecito en una Cumbre o porque se cruza de acera a darle la mano a una viejecita (que seguro le cobran un euro por receta, mientras él va gratis) tiene el futuro resuelto, me dan ganas de que monten una guillotina en la Puerta del Sol y empezando por el “Duque de la Palma hacia arriba” y acabando por el del tirito en el pie, les den un afeitado gratis a todos, pagado por todos sus súbditos. Donaría 100€. Hablo en sentido figurado claro. Escenificación, patadita en el culo y "¡Ala! A vivir en Roma de las rentas", no sea que me acusen de apología del jacobinismo.

Los grandes empresarios de nuestro país, empezando por el anterior presidente de la CEOE, Díaz Ferrán, se frotaron las patitas (como las moscas ante un estercolero) cuando se anunciaban recortes en derechos adquiridos por nuestros padres a golpes de porra y calabozos infectos antes y después de la Dictadura. “Hay que trabajar más y cobrar menos” decía este individuo que, ríete ahora cabestro, está detenido por venta fraudulenta de su empresa (Marsans) y blanqueo de millones de euros. Arrieritos somos. ¿Es así como decías que había que trabajar más? Robando más querrías decir. Pero como no tiene vergüenza torera alguna, va al juzgado sonriendo. Con el nido que se ha hecho en Suiza que le importa salir en todas las portadas esposado. Total, ahora en las cárceles hay más tipejos de traje y corbata que quinquis. Y se atrevía a dar lecciones mientras se llenaba los bolsillos sin pudor alguno. Pero como decía no es el único. Un amiguete suyo, Ángel Cabo, que compró Marsans y Nueva Rumasa a nombre la empresa Posibilitum Business, también ha sido imputado por fraude.

Pero, ¿qué hacía el Cabo para cometer fraude? Financiaba a empresas en quiebra que se declaraban en Concurso de Acreedores, o lo que es lo mismo, suspensión de pagos y puesta en venta de activos, bienes patrimoniales, etc. Hablando en plata, compraba empresas en quiebra que habían sido intervenidas por un juez. Supuestamente, en un concurso de acreedores no se pueden tocar los bienes de la empresa ni los del dueño ya que de ahí saldrá el dinero con que se pagarán nóminas y deudas a proveedores, etc. Pero estos “fondos buitre” (nombre que ni pintado) eran ficticios. Es decir, la empresa que dice comprar la compañía en quiebra, no da un euro. El empresario dice que ha recibido el dinero y deja todos sus bienes en manos de estos “buitres”. Queda así libre y se retira a lamerse las heridas, el buitre se encargará supuestamente de reflotar la compañía. Un mojón, el buitre o un testaferro, vende todos los bienes del fulano y saca los dineros de todas las cuentas que poseía. Aun estando prohibido, ya que encima se dedicaban a extorsionar a los jueces amenazándolos con airear escándalos sexuales. Una vez la empresa estaba desangrada se declaraba insolvente y cerraba, despidiendo a miles de trabajadores y dejando a cientos de proveedores sin cobrar su deuda. Además, el dinero se repartía entre los buitres y el empresario pirata (un eufemismo de hijo de la gran puta)

El caso es que este saqueo que ahora se ha visto destapado viene produciéndose desde hace mucho y no solo por este cerdo enfangado de Cabo. Desgraciadamente en Cádiz hemos visto muchas empresas tanto públicas como privadas, desaparecer a manos de amiguetes del PP que compraban empresas (estuvieran en perdida o no) para supuestamente sanearlas y que en realidad fueron saqueadas (subvenciones incluidas) y luego cerradas. Fábrica de San Carlos, Delphi-GM, Izar (fusión de antiguos Astilleros Españoles- E. N. Bazán), así como muchas otras empresas de menor entidad. Y en el resto de España deben ser incontables.

Pues bien, aun tienen la cara dura de decirnos a los trabajadores que si hay crisis es porque solo queremos huelga y vivir como ricos. El apelativo de cabrones es demasiado suave, así que no lo usaré en esta ocasión. Si en esta ocasión se ha destapado al mismísimo ex-presidente de los empresarios, imaginaos la de mierda que tiene que haber aun bajo las pezuñas de esta piara. Así que le digo al señor Joan Rosell, actual presidente de la CEOE, que ha dicho que a raíz de la Huelga General del 29 de marzo de 2012 que habría que “regular” el derecho a huelga. Mira Joan, regula tú primero las cuentas de tus asociados no sea que te salgan más Ferranes y revisa tus propias empresas a ver si eres tan limpio como quieres dejar las calles y las empresas de trabajadores. No vaya a ser que tengas algún día que visitar el Hotel de las Rejas para descansar una temporada a gastos pagados, que viendo con quien te juntas…


En este mes llega el primer pago del rescate pedido a Bruselas para sanear a la Banca española. 40 mil millones de euros que tendremos que pagar, los no banqueros, de por vida. Mientras los bancos siguen saqueando a las familias más dañadas por la crisis, echándolas de casa aunque estén casi pagadas, quedándose con sus negocios y con las casas y negocios de quienes les avalaron, el simpático ministro de Guindos les regala un dineral. Les regala un dineral por no haber trabajado bien, por haber tratado de engañar a miles de pequeños inversores, por seguir saqueándolos en los peores momentos sin mostrar la más mínima clemencia, por llevarnos a una crisis derivada de sus planes de enriquecimiento desastrosos y por ser unos usureros. Pagan así además los cuantiosos desembolsos que a través de empresas afines habrán financiado a los partidos políticos en sus campañas. Estas alimañas vestidas de Dior se quedarán en sus puestos mientras el resto nos vamos al carajo. O en el mejor de los casos se jubilarán con suculentas indemnizaciones en sus cuentas suizas.


La Iglesia nos pide recogimiento y paciencia infinita, que con fe en Dios se arreglará todo. Sin embargo mientras tanto no paga IBI sobre inmuebles particulares. Es decir, que quitando los lugares de culto, que a mi juicio son inmuebles como otros cualesquiera, no paga un Euro por el resto. Curiosamente son mayoría entre pisos, conventos, casas de comunidad, museos, etc, (no iglesias abiertas al culto) en un total, según el historiador Stanley G. Payne (nada sospechoso de ser anticlerical, ni un rojo indecente, sino más bien al contrario), de 100 mil propiedades de las cuales el 5% son edificios religiosos. Es gracioso que el patrimonio de la Iglesia, cuando se refiere a monumentos como museos o catedrales, salgan de los Presupuestos Generales del Estado en un porcentaje tan alto como el 70%. Eso sí, luego te cobran entrada de 4€ para financiar el resto y sin pasar por IRPF. Además, reciben subvenciones para sus colegios, instituciones sanitarias y sociales, aunque luego dan la vuelta a la papeleta diciendo que con el dinero que ellos aportan a esas instituciones el Estado se ahorra dinero. Es decir, yo monto un chiringuito (con un fin bueno, aclaro), exijo una subvención y luego te digo que con lo que yo aporto te estás ahorrando el crearlo integro tú. Es como si me hago una casa y pido una ayuda al ayuntamiento, y luego le digo que con el dinero que pongo le estoy ahorrando que él me la haga entera. Y es que encima, la Conferencia Episcopal, que no es la Iglesia pero sí es la que la administra y gobierna, dice que si se le obliga a pagar IBI recortará de otros fines sociales como Cáritas. Ellos no se van a recortar de su sueldo como sería lo lógico en personajes que han hecho voto de pobreza entre otros votos que también incumplen, sino a fines sociales, que debería ser su función y vocación primordial. Una entidad, Cáritas, que si bien trabaja junto a las distintas diócesis, no pertenece a la Iglesia ni se financia de ella mas que en un 1’8%. Es decir, que si dejan de financiarla, ni se van a enterar. Pero claro, como en todo lo que hacen, juegan con la ignorancia y con la buena fe de la gente. Y no voy a pedir aquí, ya que me tacharíais de demagogo, que la Iglesia reparta su patrimonio para ayudar a los pobres. Pido esos sí, que sea solidaria y pague como pagamos todos por lo que ganamos. Que no pidan de nuestro dinero público para sus trapicheos privados. Que sean transparentes y no engañen a los que depositan su fe en ellos.

Porque hay otra cosa, que quiero aprovechar a comentar y que verdaderamente me indigna y es el principal motivo de este post, la solución a las desgracias de la gente que lo está pasando mal y a los que posiblemente lo pasaremos si esto no cambia, no es que existan Bancos de Alimentos, o Cáritas, o Cruz Roja. La solución a la fiebre no es el analgésico, eso solo calma momentáneamente los sufrimientos, la solución es saber la causa y poner los medios para curarla. Cáritas es el analgésico que algunos nos quieren hacer tomar para callar a los que protestan por la miseria que afecta a cada vez más españoles y para injustificar actos como la toma de sucursales bancarias o supermercados como protesta. Si una familia no tiene que comer, la solución está claro que no es ir a robar un carro en Mercadona, pero tampoco es que vaya a Cáritas. La solución es evitar que haya esas colas de carritos de la compra en los comedores sociales con una política adecuada por parte de este Gobierno inútil. Es indignante ver a padres y madres de familias normales y corrientes pedir en un comedor. En una sociedad civilizada y moderna, lo lógico es que existan estos recursos para alojar y cuidar de los que suelen llamarse auto-desahuciados y transeúntes, por no llamarlos excluidos sociales y vagabundos, que si bien no deberían existir, forman parte de una realidad inherente con las sociedades mercantilistas y liberales. Siempre habrá quien elija ser un vagabundo, quien por cuestiones de deterioro personal o por imposición de una situación crítica se vea en esa situación. Pero deberían ser los mínimos y asumibles por la sociedad. Un país moderno y de la escala de España no puede permitir ni asumir que personas de clase media y obrera, incluso algunos de clase acomodada, lleguen a esa situación porque es señal de que ha colapsado. Algunos pretenden tranquilizar argumentando que hay quién se ocupa de esos que han tenido la desgracia de ser los primeros que nos han mostrado que cualquiera puede caerse de la máquina del bienestar. Que no es cuestión de suerte o de buscártelo, sino de que alguien decida que te ha tocado. Como en “la lista de Schindler” en la que no era necesario haber hecho nada malo para que te volaran la cabeza, solo estar allí y que en el conteo estuvieras en el número de la muerte. No señor o señora, no me conformo con eso. Es penoso ver como alguien que hasta hace dos años vivía como cualquiera de nosotros, sin despilfarros ni excentricidades, pero sin estrecheces, tenga que verse en una cola para pedir lo más básico. Porque cualquiera de los que estáis leyendo esto (yo mismo) podría verse así en los próximos meses. Sin haber arriesgado en bolsa, sin haberse echado a las drogas, sin haber gastado a manos llenas. Tan solo por la mala suerte de estar en el número de los elegidos para el holocausto económico que nos preparan a sabiendas. Y señor, o señora, que me dirá que al menos tienes donde acudir, que hay que perder el orgullo y no pasa nada por pedir para que tus hijos coman, yo os digo que sois unos miserables hijos de puta (no quiero que se me hinche la vena del cuello y empezar a poner disparates). El orgullo hace mucho que lo perdieron, cuando tuvieron que empezar a dejar de comprar en donde compraban, o donde solían cenar, o a quitarse del tabaco por imperativo bancario cuando resistieron al imperativo médico, a renunciar a vacaciones, de un fin de semana inclusive, a dejar el coche primero aparcado sine die, luego puesto en venta y después regalado, a pedir a los suegros y padres para pagar esta letra del piso o esta para que no me corten la luz, “que prometo que será la última vez” habrán pensado. Que la cerveza dejó de ser Cruzcampo hace mucho para convertirse en ¿Wurtinstianerjunderbiere? de sabe Gambrino que tipo de cereal estará hecha. Que cada vez el puñado de lentejas es más pellizco que puñado. Que la ropa se va a aprovechar más años que los que se aprovechaban y recorto aquí o saco de allá para que quede bien, claro que con el pellizco de lentejas cada vez habrá que estrecharla más.

El orgullo ya es un bien de lujo señor, o señora. Y no me jodáis con que hay mucha gente que ya vivía así antes de la crisis. Una mierda (ya está, ya me estoy cabreando). Todos hemos vivido, vivimos aún muchos, en los que el dejar la ropa al hermano pequeño era cosa de nuestros padres. Que todos, la inmensa mayoría, se podía pagar una semana en un hotel de 3 estrellas en Benidorm. Que todos podíamos, podemos, salir a tomarnos una caña un sábado y a almorzar a la sierra un domingo. Y eso no era vivir por encima de nuestras posibilidades carajo. Si lo cobrábamos, ¿porqué no disfrutarlo? O es que solo los ricos de herencia o los empresarios tienen derecho a pasar por esta vida disfrutando y el resto que ni tenemos apellidos ni firma tenemos que pasar simplemente. Eso es una puta mierda falacia que no están metiendo estos cerdos de la acera de la derecha para tratar de convencernos de que fue nuestra culpa por querer, como Prometeo, vivir como dioses. Mentira.

Hemos perdido ya el orgullo, incluso los que aun conservamos la casa y la nómina, pero estos zorros de gallinero nos quieren hacer perder lo último que le queda a un hombre (o mujer) para ser hombre (o mujer) y no un guiñapo como esos que vemos en rincones llenos de meados y vómitos, o en viejos documentales en B/N sobre los campos de exterminio, es la dignidad. La dignidad de poder ganar lo que te comes, o con lo que te vistes, con nuestro esfuerzo y no por limosna. Ellos quizás están acostumbrados a no tener que trabajar y a tener lo que tienen por que alguien se lo dejó en herencia o porque alguien se lo pone en bandeja de plata en un banco suizo, y confunden dignidad con escrúpulos. Ellos que carecen de ambas cosas y solo tienen orgullo, creen que el que no es de su clase, tiene que vivir de sus sobras, de su limosna, y encima estar agradecidos.

Cuando el pueblo de Francia fue al palacio de Versalles a pedir pan, pero no en sentido figurado sino real, la reina María Antonieta, acostumbrada a los excesos y la opulencia como buena noble neoclásica, dijo en tono de burla que si no tenían pan comiesen brioches. Su gracia y simpatía le costó unos meses más tarde la cabeza y no fueron pocos los que acudieron a disfrutar de tan sangriento y merecido espectáculo. No se puede engañar al pueblo y burlarse de la dignidad de la gente de bien y luego pretender quedar bien con ellos. Es apagar el fuego a cubazos de gasolina, y ya se sabe como acabas.

Repaso también a las grandes fortunas que, unas enriquecidas en épocas lejanas y de formas que aunque hoy no serían muy legales, entonces eran perfectamente entendibles y otras enriquecidas sobre una base ingente de sufridores empleados y obreros/jornaleros, o a base de subvenciones europeas inmerecidas e indecentes. Esos que van a pasar a la Historia como los ricos más tacaños del mundo. Hasta mediados del siglo pasado, los ricos ostentaban su riqueza y se caracterizaban por ser benefactores de las clases más desfavorecidas, que en aquella época eran la inmensa mayoría. Fundaban, de su propio bolsillo, hospitales, colegios, comedores, economatos. Donaban dinero en momentos de graves desastres como inundaciones, incendios, sequías. Hoy llevan su nombre multitud de fundaciones, centros y calles. De los ricos, desde el franquismo hasta hoy, solo se podrá decir que son unos siesos tacaños y agarrados. Son una panda de avaros cicateros interesados solo en su propia diversión y en ventilarse poco a poco su fortuna, mucha de ella ganada de formas poco legales. Estos roñosos egoístas solo se gastan los Euros en sus vicios ocultos o públicos y hasta en el colmo de la hipocresía y la miserabilidad, decir que son pobres y tratar de ocultar su riqueza. Como pícaros de la Edad de Oro, se muestran cicateros a la hora de soltar la pasta y hasta alguno va con abrigo de visón a supermercados de baja categoría para gastar menos. Luego entre los de su calaña sí que aparentan y viven en una competencia atroz por ser el que tiene más metros de eslora en su yate, como antaño alargaban los tiros de sus calesas para exteriorizar su riqueza, pero eso en petit comité. Incluso la Presidenta de la Comunidad de Madrid, cuando lo era, Esperanza Aguirre, llegó a decir que era pobre como las ratas. “Veste a la mierda” que diría El cansino histórico. Entre pillos de Dior, urracas de collares de perlas y usureros con maletín de piel, se llevan nuestros dineros a Suiza o la Caimán, y aquí se agarran a la SICAV para que solo les cobren el 5% de sus fortunas mientras el resto pagamos el 20% de nuestras miserables cuentas en casa.


No voy a dejar títere sin cabeza y para que no me tachen de sectario, maniqueo y parcial, también tengo para esos que se llaman de izquierda, cuando ya han dado la vuelta al círculo y se han colocado a estribor de este barco llamado España que se va al garete. El PSOE y el ex-presidente Zapatero y su Gobierno, los sindicatos UGT y CCOO, IU, UPyD, y los nacionalistas.

El Gobierno anterior que tras muchas cosas que alabo y aplaudo, lo siento por los que me tacharán de partidista aunque no soy ni militante del partido ni socialista, como la gran cantidad de reformas sociales que se hicieron en los primeros 6 años de mandato y transformaron a España en el más moderno y civilizado país del mundo, con la oposición más endemoniada y colérica de la historia reciente. Todos los que ahora se relamen los colmillos acechando nuestros cadáveres (Banca, Ultracatólicos, Iglesia, CEOE, capas altas de la sociedad) veían como la caspa y el moho, que sus absurdas mentes habían dejado crecer en la vieja España decimonónica que nos había dejado Franco al reventar en el Pardo, era lavada con la lejía del progresismo. Se equivocó Zapatero, se equivocaba, cuando no quiso admitir que entrábamos en recesión. Imagino que la culpa es de una causa fundamental. Como es habitual en este partido, creyó que la Banca y los Empresarios que le adulaban por los pasillos se le echarían encima cuando sacara a la luz la verdad que ya nadie sabía ni podía esconder. No sabía que estaban ya pactando con los buitres, quise decir gaviotas, el desguace y carnicería de lo Público. No sabía o no quería saber, o no podía ya hacer nada con la campaña electoral casi encima. Se dejó llevar por la marea y con ella a todos nosotros, que vimos venir lo peor cuando la CEOE se levantó de la mesa de Negociación de la Reforma Laboral con la chulería del que sabe que al día siguiente habría otro árbitro que pitaría a su favor, como así ha sido descaradamente.

Nos abandonó y es lo que no le perdonaré jamás.

La oposición falsa y débil que está haciendo el PSOE de Rubalcaba, sabiendo que todo lo malo que haga Rajoy y su banda quedará ahí para lanzarlo como mierda a un ventilador en las próximas Elecciones Generales. Que en esas elecciones los que en su día dudaron o castigaron al partido en el gobierno, harán otro tanto de manera masiva y tirarán a Rajoy de su púlpito. Rajoy y los suyos lo saben y por eso algunos que quieren continuar en la poltrona como Esperanza Aguirre, se han bajado en esta parada para esperar al siguiente tren. Los que no se han bajado es porque tienen asegurado un puesto de Consejero de “Nosequé” en las grandes Empresas de donde salieron o en otras que están enriqueciendo.

Rubalcaba o quien le tome el relevo solo tendrá que recoger los pedazos en su ya acostumbrada subida y bajada del escalón de Moncloa. Lo que hayan cambiado que no les interese mantener, como la Ley del Aborto, o la Reforma Educativa, la derogarán para contentar a los votantes y que parezcan de izquierdas. Otras leyes como la subida del IVA o el IRPF, serán suavizadas en un intento de “bajaremos más cuando podamos” o sea nunca, como las subidas energéticas “circunstanciales”, que suben un 5% y bajan un 1%. Otras en cambio no las tocarán, porque el trabajo sucio lo ha hecho Rajoy y es culpa del PP, y ahora deshacerlo es contraproducente. Eso se hará en el futuro, cuando mis hijos pinten canas.

Pero mientras el PSOE se mira las uñas esperando su oportunidad, en España se van al carajo miles de familias que pierden empleos, casa y hasta la vida. Muchas gracias señor Rubalcaba, los que van a morir te saludan, con tu puta madre (dije que no me iba a cabrear pero me cuesta), con sumo respeto.

Y de IU y UPyD, a veces sí, a veces no.

IU que va por libre según donde se encuentre. En Extremadura pacto con el mismísimo Mola si rejuntaran sus pedazos y en Andalucía con el PSOE aunque los ERE’s falsos me los tenga que esconder bajo el jersey (por el frío que hace, que el papel es buen aislante). No llegan a ser claros. Porque actúan a golpe de cargo que me ofrezcan y eso no va con mi forma de ver la izquierda. No me fío, mientras en este país no haya otra Ley electoral, de a quién van a dar mi voto una vez acabadas las elecciones. No me fío un pelo. Y mira que me gustaría, porque me siento más cercano a ellos en su supuesta ideología, que al PSOE. Pero no me los creo.

Lo de UPyD, es más de lo mismo. No se aclaran. Y es que el partido nació como clara bofetada a la predisposición de Zapatero a dialogar con ETA. Muerto el perro (ETA) se acabó la rabia (UPyD). No hay más. No tienen una clara ideología ni un proyecto a nivel nacional, a mi entender. Muchas buenas intenciones y muchos líderes carismáticos, pero poca fuerza en los proyectos. Hay que ser menos dialogantes y más incisivos en este circo romano que es el Congreso. Que los buitres no juegan con espadas de madera, que tiran a dar.

Los nacionalistas, pues todo para ellos, pero sin ellos. A lo suyo, y ya se sabe, remuevo el cieno y pesco a fondo. No más comentarios.


Por último, a todos esos ciudadanos, no los que votaron a conciencia y sí los que creyeron el mito. No los 9 millones que obedecen con fe ciega, sino el millón restante que pensó que no saldrían pero quisieron que Zapatero se fuera. Los que aun defienden la sangría porque piensan que no hay otra manera que nacer otra vez y sufriendo. O los que no quieren admitir que se equivocaron, pero que no confesarían que votaron al PP ni bajo tortura. Esos que aun dicen: Bueno, que le vamos a hacer, tampoco hay que ser tan negativos. Ya saldremos de esta (claro que saldremos, el problema es cuántos y cómo, y a qué precio). La culpa es de como lo dejaron los otros. Habiendo Cáritas, lo que hay que ser es menos estirado y bajar del pedestal. Mira, no os voy a insultar porque sois unos sufridores como yo y como el resto del 97% de españoles, pero que pena ser tan borrego y tan agradecido por las limosnas.


Y tras el repaso, la solución. No señores del 15M, la solución no es hacer Asambleas Públicas para dar, entre canciones protesta y gritos silenciosos, bofetadas cariñosas a los corruptos y eslóganes simpáticos o neo-hippies. La solución no está en no votar a nadie (ya sabemos por la última a quien beneficia). Ni en querer jugar a un juego democrático paralelo al que juegan estos indecentes en el Congreso, porque desgraciadamente, sin una Revolución no hay Evolución en ese tipo de reformas. Si quieres jugar a otro juego tienes que romper el tablero y desparramar las fichas para colocar tu tablero y poner nuevas normas. Si no queremos una Revolución hay que jugar con sus reglas y desde dentro, y eso solo se logra uniéndose y proponiendo una alternativa para los que no queremos votar a los mismos de siempre.

Los remeros tenemos que cambiar al capitán y a la tripulación o el barco se va al carajo, con ratas y carga incluida.

2 comentarios:

Luck dijo...

El Sol, no calienta por igual en todas las cabezas. Si no que le pregunten a los que están bajo nuestros pies.

Manoleitor dijo...

Mira que te dije que no dejaras de tomar la pastillita...
Que añadir que no hayas dicho ya. Seamos optimistas, ya sólo quedan 3 años de aguantar a esta piara de mamarrachos. Mientras, miles de millones para los causantes de la crisis y miles de palos de parte del brazo armado del Régimen a los perjudicados.
Quien resiste, vence.