Vamos a ver. Me preguntas el porqué una industria como la
naval resulta un lastre para el Gobierno.
Vamos por partes.
1º - El personal de los Astilleros ha sido y a la historia
me remito, y es hoy día una masa importante. El hecho de que estén repartidos
en varios puntos y fuertemente localizados hace que, en caso de ponerse de
acuerdo, puedan convocar a miles de personas con que hacer presión mediática en
situaciones como las que ahora estamos viviendo. Es capaz por sí sola de crear
el caos suficiente como para desestabilizar un importante sector de la sociedad
española. La siderometalúrgica, es decir, los mineros, los altos hornos y los
astilleros, han sido siempre los que han salido a defender sus puestos de
trabajo con sangre cuando ha sido necesario. Han protagonizado las más negras páginas
de la lucha obrera en el último siglo. Han sido los ayudantes, si no los artífices,
de los cambios del proletariado a la nueva clase obrera acomodada. Gracias a la
gente de la siderometalúrgica, el ser obrero dejó de ser sinónimo de esclavo.
Por tanto, cuantos más personal de Astilleros haya más
problemas podría tener un Gobierno. De ahí que la consigna de los últimos
tiempos es, reducir personal.
2º - La reducción de personal hace que sea necesaria la
subcontratación. Desde hace mucho, y en esto los sindicatos se encuentran un
poco vendidos, los trabajadores fijos vemos que cada vez somos menos en favor
de personal de contratas que hacen el mismo trabajo que hacía el personal que
va desapareciendo. Lo ideal seria que la Empresa contratara directamente al
personal que necesite por el tiempo que necesite. Que se convirtiera en
contratista. Los que entraran a trabajar por tiempo limitado tendrían los
mismos derechos y deberes que el personal fijo. La obra saldría por el mismo
precio que antes.
¿Cuál es el problema de las subcontratas?
Primero, el nivel de formación. El Astillero, no supervisa
el nivel del personal que emplea la “subcontrata”. No es su gestión. No es que
sean más o menos trabajadores, que lo son. El problema es que un soldador con
20 años de experiencia en construcción naval no se puede equiparar a alguien
que quizás el año pasado era camarero, o universitario.
Segundo, la concienciación empresarial. El contratado no ve
al Astillero como algo suyo. Lo ve como su empleo actual. Que mañana puede ser
el Hotel “Talycual”. Claro que hay personal fijo que no mira por el Astillero,
pero imagina el que sabe que dentro de seis meses va a la calle y a lo mejor
tiene que trabajar de reponedor del Carrefour o incluso marcharse a coger uva a
Francia. Se la trae al pairo el Astillero y los que aquí se quedan. Con lo
cual, el gobierno también gana ya que volvemos al primer punto, desunión de la masa obrera.
Pero el principal problema de la subcontratación es el
siguiente.
El personal contratado malvive en precario bajo unos
caciques, en su mayoría antiguos trabajadores, que se lucran con la miseria de
unos trabajadores que para ganar algo tiene que soportar condiciones casi
esclavistas (horas extras mal pagadas, horarios inflados, despidos a la mínima).
Esta situación hace que haya un fuerte desequilibrio entre el personal fijo y
el contratado que ve a los fijos como privilegiados. De ahí toda la literatura
de comentario de periódico y la tertulia de bar en que, como ocurre con los
funcionarios, el personal fijo solo va a fichar y el trabajo lo realiza el de
fuera. Volvemos a la desunión de la masa obrera, “A río revuelto, ganancia de pescadores”.
Tenemos otro problema con las subcontratas y es el sangrado que
supone en el precio final de la construcción de un buque. Aunque a priori se
contratan porque el precio-hora de estas empresas es menor al precio-hora del
propio Astillero, hay unas cláusulas que normalmente se suelen firmar que
convierten a la subcontratación en un juego perverso.
Todo lo que se haga nuevo va al precio estipulado, pero las
modificaciones no, esas llevan un precio añadido. En principio esto se hace
para que la contrata cobre una especie de plus por equivocaciones o
modificaciones a posteriori de su trabajo ya realizado, por culpa de la Oficina
Técnica o por decisiones del Armador de última hora. Claro, el “sinvergoncerio”
está en que se mandan a reparar o modificar cosas que no deben serlo. Es fácil,
yo lo pongo de una manera y luego alguien dice que está mal o hay una
modificación, lo retiro y lo cobro. Entonces cobro el trabajo hecho + las horas
de retirarlo + el recolocarlo + el plus de reparación. Total, que el
contratista se lleva su buen dinero y alguien habrá cobrado un buen regalo por
dar el visto bueno a dicha reparación. Consecuencia, gasto extra para el buque,
y mala fama para el Astillero. Resumen: Desunión
en la masa obrera + déficit en el coste final + enriquecimiento de alguien de
modo fraudulento.
Esto dirás que porqué no se denuncia. Pues porque es
imposible demostrar. Aunque sea vox populi.
3º - Competencia desleal. Todos sabemos como son los
coreanos y chinos. No me refiero a que tengan los ojos apuñalados ni la cabeza
gorda y el pelo lacio. Me refiero a que hacen lo mismo que los demás países
pero más rápido, más barato, aunque la calidad sea pésima.
Porqué lo hacen más rápido, porque contratan a 5 obreros por
el precio de 1 europeo. Compran ingentes cantidades de material y lo acumulan
para luego tener disponible cuando suban los precios en otros países.
Porqué lo hacen más barato, porque los 5 obreros cobran un
salario ínfimo y viven de forma infrahumana, trabajando de manera sobrehumana. Porque
el material que usan es de baja calidad. Porque no gastan en I+I+D y compran
patentes con el superávit de sus ventas.
Todos sabemos lo que es comprar una herramienta en un “chino”
y la calidad que tiene y aun así las compramos porque son baratas y lo que dura
por lo que cuesta compensa, o eso creemos. Los armadores piensan exactamente
igual. La mayoría tienen barcos con banderas en paraísos fiscales no solo para
evadir impuestos sino por las escasas garantías que les solicitan para registrar
un barco. Por si no lo sabéis, navegan por ahí miles de barcos que son prácticamente
cadáveres flotantes que no pasarían una inspección. Como llevan banderas de países
donde no se les pide ningún requisito y apenas recalan en puertos
estadounidenses o europeos, la calidad se las trae bien floja.
¡Que más les da que los Astilleros españoles sean los mejor
dotados en cuanto a infraestructuras, seguridad, calidad humana y tecnológicamente
la mejor a nivel mundial!
4º - Moneda de cambio política. Tanto el PSOE como el PP, a
lo largo de los últimos 25 años han usado a los Astilleros como piedra política
para tirársela unos a otros. Unos para echárselos en cara a los otros por
mantener una empresa tan grande que no gana dinero y otros para usar a los
trabajadores como legionarios que, en virtud a que cuando nos tocan el pan y la
sal mordemos como lobos. Como botón de muestra de como ambos nos han usado y de
como no tenemos color político mas que el gris naval, van dos ejemplos.
En 2003 José María Aznar puso dinero en los Astilleros a
espaldas de la CE y el exministro “socialista” Solbes, por entonces Euroministro
de Finanzas, sacó de un cajón el expediente para decirle que había hecho algo
prohibido y que ello acarrearía consecuencias graves. Deuda y multa, lo cual
nos sentenciaba a desaparecer. Por suerte no sucedió.
Ahora en 2012, nos pasa factura la decisión del Ministerio
de Defensa anterior que no cerró un acuerdo de nuevos pedidos del proyecto BAM
(Buques de Acción Marítima) que salvaría a los Astilleros por bastantes años. Y
es Rajoy quien ha estado en este año manteniéndolo como bandera para azuzar el
avispero y calentar a la masa de la construcción naval. Hoy 1º de Marzo acaba
de dar la clave de para qué nos ha estado usando. Nos han estado calentando los
oídos con que los Astilleros de la Bahía de Cádiz sobraban. Con que al menos
uno, sin decir cual de ellos, iba a cerrar. Nos ha intentado enfrentar entre
hermanos, nos ha calentado bien las castañas y hoy ha dejado caer que quizás
para antes de las elecciones andaluzas, donde ya no se las tiene todas consigo
después de enseñar las orejitas de lobo con la “Reforma Laboral”, se podrá
tener en marcha de nuevo el proyecto que recaerá casi por entero en las factorías
gaditanas.
Somos usados por unos y otros, y no podemos hacer nada
porque estamos en sus manos.
5º - Te preguntarás porqué somos deficitarios. Es bien
sencillo y no es más que un claro ejemplo de macroeconomía de ida y vuelta.
Pongamos como primer ejemplo los barcos que se han hecho a
la rimbombante pero inútil Armada de la Republica Bolivariana (Venezuela).
Se les pone un precio por barco y lo aceptan de buen grado
por acuerdos de venta de petróleo a cambio. Pero para mantener a empresas
españolas allí, los Astilleros tiene que soportar los manejos y tontadas del
gobierno venezolano, de los militares venezolanos y de la hacienda venezolana.
Un barco que casi cuando está finalizado se tiene que pintar
por completo por fuera y por dentro porque el Jefe de la Delegación de
Venezuela, o lo que es lo mismo, el capitoste de turno, ha sido relevado y el
nuevo quiere un color más claro para el buque. Una vez pintado se ve que ese
color no sirve ya que no se camufla en el mar y se ve a millas. Todo este
dinero no va a cuenta del precio del barco ya que este es cerrado y corre a
cargo del Astillero. Como esta “gilipollez” que cuesta miles de Euros,
cualquiera podría contarte cientos. Pero claro, lo importante en realidad no es
ni estos barcos en sí ni los astilleros en particular, lo importante son los acuerdos
de toda índole que se han cerrado gracias a esta venta de barcos. Pero la
conclusión final es que los
astilleros sufren perdidas.
El gobierno venezolano y sus distintos ministerios, que a
pesar de ser todos del mismo país, color y tener el mismo Jefe Supremo, van
cada uno a los suyo arrimando el ascua y los euros a su sardina. No hay que ser
una lumbrera ni estar muy metido en diplomacia para saber la corrupción que hay
en Venezuela y que desde los propios ministros que actúan como sátrapas hasta
el último funcionario, pone la mano para recibir y el pie para retrasar
cualquier cosa que le pueda traer beneficios económicos. Esto pasa en España también
claro, pero allí es endémico. La cuestión es que parecemos al General Custer, y
me vas a permitir la metáfora, entregando palos de fuego a cambio de pieles de búfalo.
Solo que los que resultan damnificados por las criticas no son ni los que
llevan abrigos de piel de búfalo ni los que ahora llevan rifles para cazarlos
sino los que los fabricamos, porque resultan demasiado caros, a pesar de que
las pieles que nos dan se vendan muy bien y alguno se esté forrando (léase
Repsol YPF, CAMPSA, MoviStar, y muchas más entidades privadas que se reparten
los beneficios que nosotros no percibimos).
Barcos para la Marina Española. Este es otro caso diferente.
Aquí se hacen los barcos al costo porque son para consumo interno. No se les
gana nada porque en el fondo el gobierno se lo saca de un bolsillo para ahorrárselo
del otro. Es de lógica infantil. Aun así, el poso que queda es el mismo. Astilleros no gana, Astilleros tiene déficit,
Astilleros no es rentable.
Cada día se facturan miles de millones en importación y
exportación de material de defensa y última tecnología militar destinada también
al sector civil. Pero ese dinero se pierde por que tiene que tapar esos
agujeros que he dicho en los párrafos de más arriba. Ni imaginas la cantidad de
dinero que factura el Ministerio de Hacienda con el IVA y aranceles de
productos que se compran en Astilleros y la ingente cantidad que se exporta. Miles
de millones de euros que se mueven en esta gran empresa a diario. Pero son
otros los que se benefician.
La política neoliberal es tan cruel con la empresa pública
que a veces casi es mejor ser deficitaria para no ser rentables y por lo tanto
suculenta para ser vendida a especuladores.
Mi padre estuvo 35 años antes que yo, que ya llevo 22, en
los astilleros y siempre anduvo entre el miedo a que los cerraran y la
tranquilidad de un puesto “fijo”. Es la cruel realidad de esta empresa que
lleva desde 1730, siendo una de las más punteras y una de las más perseguidas
por los diferentes gobiernos de los últimos decenios.
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