Cuando me quitaron la Esperanza, me quedó la Resignación.
Cuando me quitaron el Orgullo, me quedó el Honor.
Cuando me quitaron el Bienestar, me quedó la Honradez.
Si me quitan la Dignidad, no me quedará Nada.
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Haciendo uso de mi libertad de expresión, no trato de convencer a nadie de nada. No pretendo crear opinión. No me creo en la posesión de la verdad absoluta. Pero estas son mis convicciones, mis ideales, mis creencias, mis recuerdos y mis experiencias. Si las compartes, me alegro. Si no es así, al menos respétalas. Si algo te molesta te pido disculpas desde ya. Y si quieres tratar de convencerme de tu postura, que sea con razones y con argumentos.
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